domingo, 19 de abril de 2020

G - Las armas del virya despierto.



El virya despierto es un héroe que ha declarado la guerra al Demiurgo para cumplir un objetivo estratégico: conseguir la liberación del Espíritu. En esa lucha ha decidido ocupar un rincón del Valplads, hacerse fuerte en una plaza, y, desde esa posición, cubrir la distancia es­tratégica que lo separa del Vril. Con el empleo de la técnica arquemónica se asienta efectiva­mente en un espacio estratégico, tras las murallas simbólicas del cerco infinito. Queda así planteada una SITZKRIEG, una guerra del sitio, en la cual se enfrentan las Estrategias de cada bando. El virya debe ahora defender la plaza, sostener el cerco, pues de lo contrario será ani­quilado. Mas ¿de que medios se vale para ello? vale decir ¿cuales son las armas del virya, gue­rrero hiperbóreo?
El virya despierto, en efecto, ES UN GUERRERO QUE DEBE CONQUISTAR EL ESPACIO Y EL TIEMPO, "TOMAR TODOS LOS CIELOS POR ASALTO", ANTES DE TRASMUTARSE EN SIDDHA BERSERKR: para esa acción ha de disponer, indudable­mente, de un importante arsenal. Aunque quede fuera del alcance de estos "Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea" dar una descripción detallada de tales armas, podemos sin embargo re­ferirnos a su función genérica. Ante todo digamos, pues, que LAS ARMAS DEL VIRYA SON LAS RUNAS. Y ¿que son las runas? Respuesta: RUNAS han denominado los antiguos germanos a los Signos que todo Guía Hiperbóreo de la humanidad entrega a sus viryas para que actúen en la guerra mágica contra el Demiurgo. Esto ha ocurrido así, en todo tiempo, desde que Cristo Lucifer depositase el Graal en el Valplads. Sólo que Wotan, el Guía Racial de los germanos, proveyó los Signos a su pueblo bajo el nombre de RUNAS, en tiempos históricos relativamente recientes, por lo que a tales armas se las conoce universalmente con dicha de­nominación.
Las runas más vulgarizadas, las que emplean los alfabetos futhark o fupark, sólo son una parte mínima del arsenal rúnico. El signo del Origen, por ejemplo, del cual se deriva por mutilación y deformación la runa swástika, no cumple ninguna función alfabética a pesar de ser la runa más poderosa que existe. Este Signo, conocido también como Runa del Origen o Runa de Oro, ES LA PROYECCIÓN DEL SÍMBOLO DEL ORIGEN, ES DECIR, DEL SÍMBOLO DONDE SE REFLEJA EL YO INFINITO. Justamente, la proyección de la Runa del Origen sobre el principio del cerco genera el espacio estratégico del arquémona.
En general, las runas se agrupan en dos clases: ARQUETÍPICAS Y NOOLÓGICAS; pero ambos grupos tienen en común el hecho de que NO FUERON DESCUBIERTAS POR LOS VIRYAS SINO PROVISTAS A ÉSTOS POR LOS SIDDHAS DE AGARTHA. Con otras palabras: cuando los viryas recibieron las runas de manos de Wotan quedó definitiva­men­te quebrada la dependencia gnoseológica que mantenían con los designios de­miúrgicos de los entes, por la herencia del pasú: el objetivo de la finalidad del pasú constituía una tendencia hereditaria e irresistible que impulsaba a los viryas a evolucionar bajo la confu­sión del Yo perdido, siguiendo al pie de la letra los planes del Demiurgo escritos en el designio de la su­prafinalidad de los entes; el destino del virya perdido era, entonces, semejante al del pasú: ja­más hubiese podido conocer los Arquetipos universales ni ninguna otra realidad que no estu­viese previamente determinada por la suprafinalidad de los entes; la revelación de Wotan vino a cubrir esta falencia: por un lado, las "runas arquetípicas" permiten describir esquemáti­camen­te a todo Arquetipo universal, vale decir, permiten conocer las PALABRAS UNIVER­SALES, NO INVERTIDAS POR LA MEMORIA ARQUETÍPICA, QUE CONSTITUYEN LA KÁBALA ACÚSTICA DEL GRAN ALIENTO; por otro lado, las "runas noológicas", entre las cuales se cuenta la Runa del Origen, son Signos increados, es decir, señales sin co­rrespon­dencia alguna con el plano arquetípico.
Munido de semejante arsenal, el virya podrá ahora OPERAR EFECTIVAMENTE SO­BRE LA REALIDAD ÓNTICA: los inestables espacios de significación del macrocosmos se­rán FIJADOS EN SU SENTIDO POR EXPRESIÓN DE LA RUNA ADECUADA; los de­signios de los entes cuyo sentido intente ser alterado por la Segunda Intención del Demiurgo, para que no correspondan con los esquemas conocidos de la estructura cultural, serán RESIG­NADOS POR LA EXPRESIÓN DE LA RUNA CORRECTA; y, finalmente, la expresión de la Runa del Origen aplicada sobre el principio del cerco permitirá crear un espacio estratégico LO SUFICIENTEMENTE SEGURO COMO PARA OCUPARLO Y RESISTIR EN EL SIN PELIGRO.
Para evidenciar en que consiste la actitud guerrera típica del virya despierto nada parece mejor que referirnos a su ESTADO DE ALERTA. Tal estado de alerta, que debe ser perma­nente, se mantiene de la siguiente forma: TODO OBJETO, REAL O IDEAL, NATURAL O CULTURAL, CONCRETO O ABSTRACTO, ETC., ES DECIR, TODO ENTE OBJETIVO, QUE CAE BAJO LA PERCEPCIÓN DEL VIRYA DESPIERTO, ES INMEDIATAMENTE CERCADO EN EL ÁREA ESTRATÉGICA DE UN ARQUÉMONA Y CONVENIENTE­MENTE RESIGNADO. Y esto el virya despierto lo hace EN TODO MOMENTO, CON CUALQUIER OBJETO QUE SE PRESENTE, de suerte tal que suele afirmarse metafórica­mente: EL VIRYA DESPIERTO TIENE EL ARQUÉMONA EN SUS OJOS; VE A TRA­VÉS DE EL; SI SUS OJOS MIRAN, SI SUS LABIOS HABLAN, SI SUS OIDOS ESCU­CHAN, O SU CUERPO SE MUEVE DE MANERA EXPRESIVA, EL ENTE QUEDA IN­MEDIATAMENTE CERCADO Y RESIGNADO; TAL EL PERMANENTE ALERTA ES­TRATÉGICO DEL VIRYA DESPIERTO.
El principio del cerco, empero, no es una runa; habrá pues que continuar marchando en su busca.


F - Desventaja Estratégica.


Se comprende ahora, luego de conocer el Terrible Secreto de Maya, el alcance de la pregunta anterior. La técnica arquemónica no puede consistir en el mero recorte de un plano, en el cercado de un área cualquiera del mundo, pues la realidad del Valplads no es un ámbito estable; por el contrario, "el mundo" entraña el Secreto del Maya: una plurivocidad de espacios de significación en los que el virya, su microcosmos potencial, tiene existencia efectiva; la plaza ganada al enemigo ha de ser, entonces, un ESPACIO PLURIDIMENCIONAL que con­tenga íntegramente al microcosmos y evite toda posibilidad de ataque, alteración o mutilación, por parte del Demiurgo, a través de los espacios oblicuos.
Aquí es donde pierde validez la expresión matemática que dimos para hacer intuitivo el principio del cerco: "toda curva cerrada divide su plano en dos partes"; esta fórmula, es eviden­te, SÓLO DESCRIBE UNA CUALIDAD DEL CERCO PRESENTE EN UNOS POCOS ESPACIOS ADYACENTES. Pues ¿qué ocurre en aquellos espacios donde una curva cual­quiera, por ejemplo, un círculo NO PUEDE DEFINIRSE? Respuesta: que el cerco carecerá de existencia, "de significado contextual", es decir, no cumplirá su función aisladora, quedando el virya, en ese espacio, indefenso ante el ataque enemigo. Tal estado de indefensión se denomina DESVENTAJA ESTRATÉGICA.
En nuestra novela "La Extraña Aventura..." se define la desventaja estratégica en térmi­nos que conviene recordar "...analógicamente, la desventaja estratégica equivale al PUNTO DÉBIL EN UNA MURALLA; es el caso desesperante de aquéllos que, habiendo sido sitiados por el enemigo en una plaza amurallada, comprueban con espanto que la misma es incapaz de resistir a la presión enemiga y se halla presta a ceder en un PUNTO DÉBIL. El desastre que sucede a la caída de la Plaza es análogo, también, a la pérdida de la razón en un virya con in­suficiente voluntad egoica como para conservar el equilibrio durante los estados de conciencia irracionales subsiguientes. Es decir: la locura. Por otra parte, la caída de una Plaza Fuerte ja­más representa una victoria para el sitiador como una derrota para el sitiado. Al sitiado le co­rresponde la responsabilidad de la caída pues ha faltado a la ley estratégica que dice: "jamás se debe levantar un cerco si no se dispone de los medios para defenderlo". El cerco estratégico (arquémona) separa al virya del mundo, otorgándole el TIEMPO NECESARIO para acudir a su CENTRO CARISMÁTICO. De un lado del mismo queda el mundo del Demiurgo con su formidable Estrategia Evolutiva y Sinárquica; del otro el virya, auténtico monje-guerrero, ca­ballero del Graal, decidido a alcanzar la Verdad".
"Midamos las fuerzas en juego: sobre el cerco convergen, por un lado, la Estrategia Si­nárquica del Demiurgo y, por el otro, la Estrategia HIPERBÓREA del virya, la cual depende para su concreción de la intrepidez y del valor que se arriesga para alcanzar el centro; en sín­tesis, el éxito de la Estrategia HIPERBÓREA depende de la pureza sanguínea del virya".
"Por último agreguemos que, cuando se ha levantado un cerco, el cual ha irritado al enemigo y le ha llevado a concentrar terribles fuerzas para su abatimiento, no resulta fácil re­troceder a la situación original de ausencia de conflicto SIN QUEDAR EN DESVENTAJA ESTRATÉGICA. En efecto, cuando se ha declarado la guerra, y el enemigo ha desplazado sus fuerzas, son dos las alternativas: o se afronta el combate resistiendo el sitio enemigo mientras se busca OTRA PUERTA PARA SALIR, o se rehuye la lucha difiriendo las acciones e igno­rando la presión enemiga. En este segundo caso, el enemigo irá aumentando la presión de tal manera que finalmente las murallas cederán y el desastre será inevitable; ha fracasado la Estra­tegia propia porque se la ha reemplazado durante las acciones. Nos explicaremos mejor. Cuan­do un virya levanta un cerco, en el marco de una Estrategia HIPERBÓREA, PARA INICIAR LA CONQUISTA DEL VRIL, su Estrategia sólo le permite UNA alternativa: ABRIR LA PUERTA INTERIOR para sortear el despliegue de las fuerzas demoníacas. Sólo una alternati­va. Lo contrario significa lisa y llanamente un cambio de Estrategia; y esto lo sabía hasta CLAUSEWITZ: NADIE PUEDE CAMBIAR DE ESTRATEGIA EN MEDIO DE LA GUE­RRA SIN ARRIESGARSE A PADECER GRAVES PÉRDIDAS. En la guerra convencional lo máximo que se admite de una Estrategia es que ofrezca tácticas alternativas, pero jamás que ella pueda ser cambiada en sí misma, lo que significaría en realidad UN CAMBIO DE OB­JETIVO (posibilidad inadmisible en una Estrategia HIPERBÓREA) que plantearía severas dudas sobre la capacidad del Estado Mayor que la planificó y hasta sobre la validez de la jus­tificación que siempre se debe aportar por haber adoptado el camino bélico".
En conceptos analógicos, pero que trasuntan claramente los peligros latentes, el párrafo citado nos revela la precaria situación de DESVENTAJA ESTRATÉGICA en la que quedaría todo virya que fracase al aplicar el principio del cerco.
El terrible secreto de maya nos ha mostrado que el cerco NO PUEDE SER CUAL­QUIER CURVA sino un "principio universal", cuyo sentido, expresado por el signo corres­pondiente, sea significativo EN TODOS LOS MUNDOS POSIBLES DEL DEMIURGO. De aquí nuestras anteriores advertencias sobre la necesidad de que el Yo despierto OBLIGUE POR EL ENGAÑO, es decir, ESTRATÉGICAMENTE, a su sujeto cultural a que represente racionalmente, como mito o símbolo sagrado, el principio arquetípico del cerco. Sin embargo, la búsqueda del principio del cerco aún requerirá de algunas reflexiones en otros artículos, especialmente para mostrar, con alegorías, el modo como los Siddhas de Agartha procuran iniciar carismáticamente, a todo virya, en la técnica arquemónica.



E - El terrible Secreto de Maya.


Vamos a tocar aquí uno de los Misterios mas herméticos que existen, cual es el que se refiere a Maya, la ilusión de lo real. Pero tal hermetismo no obedece esta vez, como en muchas conocidas patrañas ocultistas, al mero afán de velar un símbolo sagrado, vale decir, a la inten­ción de tornar esotérica la verdad representada por el símbolo sagrado. Lo que ocurre en este caso es que maya es la palabra que designa un terrible secreto, una de esas ideas capaces de trastornar a la mente más equilibrada y racional. Por eso el secreto de maya ha sido terminan­temente velado. Y si aquí nos decidimos a revelarlo, por ser necesario para explicar la teoría de la técnica arquemónica, lo haremos luego de efectuar una clara advertencia.
Sugerimos al lector, en efecto, que, aún cuando haya tomado conocimiento del secreto de Maya, no se detenga a meditar demasiado en esta idea pues la misma puede provocar conse­cuencias imprevisibles y funestas; especialmente si el lector se halla imbuido del texto prece­dente sobre los Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea. Sólo el virya despierto dispone de los medios para operar sin peligro con el secreto de maya. El lector, mientras tanto, puede intentar despertar del Gran Engaño adoptando la actitud graciosa luciférica que se describe en la Segunda Parte. Por ese camino conseguirá, al fin, convertirse en virya despierto: recién en­tonces podrá detenerse sin peligro en el Terrible Secreto de Maya.
Desde luego, expondremos el secreto de Maya ANALÓGICAMENTE, basándonos en el modelo estructural desarrollado en esta obra: el objetivo será que la terrible idea SEA IN­DUCIDA por el ejemplo analógico.
Comencemos, pues, sin olvidar en ningún momento las estrictas correspondencias ana­lógicas que existen entre microcosmos y macrocosmos.
Cuando el sujeto cultural del pasú piensa un sistema de la estructura cultural, de acuer­do con lo visto, PUEDE NOTARLO EN CUALQUIERA DE LOS MÚLTIPLES PLANOS DE SIGNIFICACIÓN QUE INTERSECTAN SU EJE EXTENSIVO XX. Cada uno de esos planos corresponde al contexto significativo de un lenguaje, contexto dentro del cual, el siste­ma xx pensado, adquiere significado CONCEPTUAL. EL CONCEPTO de un sistema xx es, así, el significado notado en el plano de un lenguaje contextual. Por otra parte, el sistema xx PUEDE SER PENSADO por el sujeto cultural porque SUBSISTE EN EL TIEMPO TRAS­CENDENTE.
Pues bien, veamos ahora las cosas DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL DEMIURGO EL UNO, cuya conciencia, el tiempo trascendente, se difunde isotrópicamente en todo ente sucesivo, salvo en aquellas direcciones internas de los tiempos inmanentes. De acuerdo a la correspondencia hermética entre macro y microcosmos, el Demiurgo ha de efectuar también una operación análoga a la de "pensar un sistema". Mas ¿que es "un sistema" para el Demiur­go? Respuesta: TODA CULTURA O SUPERESTRUCTURA DE HECHOS CULTURALES. Efectivamente, como se explicará en la Segunda Parte y ya fue adelantado en el articulo "H" del inciso "Func. de la Estruc. Cult.", la presencia postora de sentido del hombre transforma los entes designados en objetos culturales, los cuales se organizan en el mundo formando su­perestructuras de hechos culturales. En estas superestructuras, que subsisten en el tiempo tras­cendente, el hombre, pasú o virya perdido, se encuentra habitualmente integrado como "elemento" estructural. Ello se debe a que el cuerpo del virya perdido es solo un microcosmos potencial, subsistente en el tiempo trascendente.
Dejando para más adelante la explicación detallada de las superestructuras, lo impor­tan­te en este momento es destacar que ellas determinan UNA FORMA EXTERIOR DENO­MINADA "CULTURA", la cual puede ser "pensada" por el Demiurgo como "sistema". Esta­bleciendo las correspondientes analogías valen aquí las mismas propiedades que atribui­mos al sujeto cultural: el Demiurgo, ante todo, es capaz de notar integra la superestructura o efectuar una REDUCCIÓN SISTEMÁTICA, yendo, por ejemplo, de una colección de objetos cultura­les y una pluralidad de microcosmos superestructurados, hasta la consideración de UN SOLO MICROCOSMOS como "sistema", además, dada una cultura determinada, el Demiur­go PUEDE NOTARLA EN DISTINTOS "ESPACIOS DE SIGNIFICACIÓN" Y CODIFI­CARLA EN OTROS TANTOS SUPERLENGUAJES CONTEXTUALES. Naturalmente, en el nivel de conciencia del Demiurgo, los "planos de significación" de la estructura cultural son análogos a "espacios de significación" de las superestructuras de hechos culturales.
En esto consiste el secreto de maya, revelado ahora mediante la analogía estructural: TODO ENTE CULTURAL DEL UNIVERSO, SEA UN OBJETO CULTURAL O UN MI­CROCOSMOS POTENCIAL, O UNA SUPERESTRUCTURA QUE LOS INTEGRE, EXISTE SIMULTÁNEAMENTE EN INCONTABLES ESPACIOS DE SIGNIFICACIÓN MACROCÓSMICOS. Y, EN CADA UNO DE ESOS PLANOS DE EXISTENCIA, EL ENTE CULTURAL SIGNIFICA UN SUPERCONCEPTO DEL DEMIURGO, ES DECIR, SU SIGNIFICADO ESTÁ DETERMINADO POR EL MARCO CONTEXTUAL DE UN SUPERLENGUAJE MACROCÓSMICO. Seguramente, en este punto de la exposición, la ra­zón del lector se ha de negar a admitir las consecuencias que se infieren del secreto de maya. Sin embargo es demasiado evidente para negarlo: QUIEN VIVE INTEGRADO EN UNA CULTURA SÓLO PERCIBE UN ASPECTO MÍNIMO DE LA REALIDAD. EL MUNDO SOCIOCULTURAL DONDE TRANSCURRE LA VIDA ES SÓLO EL CONTEXTO DE UN SUPERCONCEPTO DEL DEMIURGO. LA CASA, EL BARRIO, LA CIUDAD, EL PAÍS, EL CONTINENTE, EL PLANETA, EL SISTEMA SOLAR, LA GALAXIA, EL UNIVERSO CONOCIDO, TODO LO QUE NOS RODEA Y QUE CREEMOS MUNDO ÚNICO Y ESTABLE, NO SON, EN VERDAD, MAS QUE ASPECTOS DEL CONTEXTO DE UN SUPERCONCEPTO; UN SUPERCONCEPTO JUNTO A INCONTABLES SU­PERCONCEPTOS SEMEJANTES, ES DECIR, JUNTO A INCONTABLES MUNDOS CONTEXTUALES EN LOS CUALES EXISTIMOS SIMULTÁNEAMENTE.
El pasú, y aún el virya perdido, no perciben mas que un mundo de los muchos en los que existen simultáneamente: el suyo habitual, en el que son estables sólo porque están inte­grados a rígidas superestructuras de entes externos o "culturas". Por eso la Sabiduría Hiperbórea denomina Gran Engaño a la realidad de un mundo habitual: porque el contexto cotidiano disimula y oculta la plurivocidad que la existencia óntica desarrolla en los múltiples espacios de significación macrocósmica.
Una cultura, o superestructura, es un "sistema" que puede ser notado por el Demiurgo en múltiples espacios de significación; cada notación significativa es un superconcepto, es decir, un ASPECTO, FACETA, PERFIL, etc., de dicha cultura. Esto significa que entre super­conceptos contiguos, no demasiado oblicuos, sólo serán notadas PEQUEÑAS DIFEREN­CIAS: considerando, por ejemplo a la ciudad de Buenos Aires como el contexto de un super­concepto, podemos suponer la existencia de otro superconcepto contiguo con una Buenos Aires en la cual no existe el obelisco; u otro sin autopistas. Y si en ese contexto ciudadano habita­mos nosotros, podemos, también, concebir un mundo en el cual nuestra madre sea hermana melliza de un escultor, O EN EL QUE ALGUNO DE NUESTROS SERES QUERIDOS NO EXISTA O NO HAYA EXISTIDO NUNCA; etc.
Esto nos lleva a la siguiente pregunta ¿es posible el tránsito CONSCIENTE entre dos superconceptos contiguos? vale decir ¿podría ocurrir que un virya perdido fuese desplazado de su mundo contextual a un mundo contiguo, muy semejante, pero con apreciables diferencias? Respuesta: Si. Justamente esa es la terrible posibilidad que afronta quien decide purificar su sangre y emprender el camino de regreso al Origen: puede entonces caer el velo de maya y la realidad trastocarse en muchos puntos, como si el mundo entero conspirase para sumirlo en la alucinación y la demencia. Y no sólo esto; si el virya no ha adoptado un conveniente estado de alerta, si no se mueve en el Kairos justo y con la estrategia adecuada, podría verse transportado a un contexto sumamente oblicuo, es decir, a un mundo de características completamente ex­trañas y desconocidas, donde mil peligros insospechados darían por tierra con su propósito de liberación espiritual.
Todo esto, que no es otra cosa más que una reacción denominada SEGUNDA IN­TENCIÓN DEL DEMIURGO, puede ocurrirle a quien se atreve a penetrar en el secreto de Maya sin contar con los principios estratégicos necesarios para contrarrestarlo: por ejemplo, EL PRINCIPIO DEL CERCO, en cuya búsqueda se desliza este inciso.
Resumiendo, el secreto de maya nos dice que, luego de una reducción sistemática, todo microcosmos potencial o virya perdido puede ser notado por el Demiurgo, como un supercon­cepto significativo en el contexto habitual de un superlenguaje macrocósmico: tal contexto es, desde luego, el mundo cotidiano del virya. Pero el secreto de Maya nos dice más: EN UN EJE EXTENSIVO DEL MICROCOSMOS POTENCIAL, ANÁLOGO AL EJE XX DE UN SIS­TEMA, SE INTERSECTAN INCONTABLES ESPACIOS DE SIGNIFICACIÓN: el contex­to habitual da significado al microcosmos en sólo uno de tales espacios, es decir, en un super­concepto. Sin embargo, el microcosmos potencial existe simultáneamente en todos los espacios de significación que intersectan el eje xx. Por eso, cuando la pureza de sangre del virya produ­ce la disolución de la ilusión de Maya, no es improbable que el Demiurgo realice un último intento por mantenerlo dentro de la confusión del Gran Engaño: entonces puede ocurrir el ho­rroroso hecho de que el contexto habitual del mundo se transforme según el modo característi­co de algún espacio oblicuo y desconocido; las estructuras psíquicas son, así, puestas a prueba, sometidas a la tensión tremenda da advertir la no correspondencia cultural entre los esquemas de entes conocidos y los entes concretos, existentes en el nuevo contexto; el mundo se torna alucinante, sin que el sujeto anímico consiga distinguir claramente donde termina lo imaginario y donde comienza lo real; y ante semejante orbe cambiante, frente a entes inestables cuyo de­signio se altera irrazonablemente, la razón del virya suele manifestarse impotente para estable­cer las RELACIONES que constituyen su función esencial: y sin contar con las relaciones del ente y entre los entes, sin el equilibrio de la RATIO, no tardaría en sobrevenir la locura. A me­nos, claro está, que el virya despierto disponga de la voluntad graciosa y del conocimiento su­ficiente sobre la técnica arquemónica como para AISLARSE ESTRATÉGICAMENTE del contexto demencial.



viernes, 10 de abril de 2020

D - Necesidad de hacer un alto en la lucha.

D - Necesidad de hacer un alto en la lucha.

Situemos el problema dentro de sus justos límites, haciendo un resumen.
Ya hemos hablado de los VIRYAS, hombres semidivinos que poseen en su sangre la herencia de los Divinos Hiperbóreos llamada, para simplificar, "Minne". Dijimos también que los VIRYAS podían estar "perdidos" o "despiertos" y definimos el "virya perdido" como aquél que ha "extraviado el origen" merced a una "confusión de sangre". La confusión sanguínea provoca un estado psicológico de gran extravío al que se denomina técnicamente "confusión estratégica". Consecuentemente la "purificación sanguínea" que facilita la Sabiduría Hiperbó­rea, por siete vías secretas, produce una "reorientación estratégica" en el virya perdido posibilitándole emprender (o re-emprender) el regreso al origen y el abandono del mundo in­fernal de la materia. El "virya perdido, ya lo hemos dicho, se halla en un abyecto estado de en­cadenamiento material que lo obliga a sujetarse a las leyes del Karma, a reencarnar periódica­mente y vivir, o re-vivir, una eterna y miserable comedia signada por la ilusión siniestra del do­lor, del miedo y de la muerte. En el "Gran Engaño" de la vida el virya perdido puede ocupar cualquier puesto e inclusive "colaborar" con el "Plan" "evolutivo" y "progresista" de Jehová-Satanás, o con su "sistema de control social" llamado, también para simplificar, "Sinarquía". En tal deplorable cuadro, que presenta el virya perdido, aunque tiene como causa metafísica la confusión de sangre, la debilitación del linaje hiperbóreo, su raíz más concreta se encuentra, sin embargo, en la identificación del Yo perdido con el sujeto consciente. Según se explicó, tal confusión es efecto de la clave genética cuyo objetivo es, justamente, que el virya perdido se comporte y evolucione como un pasú.
Mas, puede ocurrir que el virya perdido DESPIERTE y comprenda que debe procurar la liberación del Espíritu cautivo, marchar hacia el centro selbst, aunque deba luchar para ello.
POR ESO el "virya despierto" merece nuestro mayor respeto. El es quien se ha puesto en "alerta" al comprobar su "desorientación" y, con firme decisión, intrepidez y valor guerrero, ha comenzado a buscar el origen para, recién, emprender su regreso. Esta decisión, desde lue­go, no será respetada por el enemigo quien tratará por todos los infinitos medios a su alcance de confundir al osado desafiante, buscando impedir que descubra el MODO DE REGRESAR, induciéndolo, por la ilusión y el engaño, a quebrar su "alerta". Es por eso que el virya despier­to sólo podrá tener éxito si actúa EN EL MARCO DE UNA ESTRATEGIA HIPERBÓREA. Para ello deberá asumir completamente su condición de guerrero, buscar en el recuerdo conte­nido EN la sangre las potencias primordiales del espíritu inmortal, la fuerza del Vril, y, en un estallido gnóstico, recuperar la HOSTILIDAD ESENCIAL hacia el mundo material del De­miurgo, experimentar el FUROR BERSERKR. Entonces, ya dueño de una voluntad inque­brantable, inspirado en la Sabiduría Hiperbórea de la cual es portador por la herencia de los Siddhas Ancestrales, desplegará su ESTRATEGIA PROPIA concebida para OPONERSE a la ESTRATEGIA ENEMIGA y vencer. A partir de allí sólo realizará MOVIMIENTOS ES­TRATÉGICOS, ACCIONES TÁCTICAS, dirigidas a NO PERDER DE VISTA EL ORIGEN mientras se ejecutan los PASOS DEL RETORNO. Y, en medio del fragor del combate, o lo que es peor, en la espera del mismo, cuando las fuerzas enemigas enmascaradas en las formas ilusorias de éste y de los otros mundos dejan traslucir su amenaza diabólica, el virya despierto busca fríamente HACERSE DE UN TIEMPO, por mínimo que sea, para MOVERSE EN DI­RECCIÓN AL ORIGEN. El derecho a disponer de ese TIEMPO PROPIO, quizá tan fugaz como el más pequeño instante, debe ser ganado en una lucha feroz contra las legiones demo­níacas del Demiurgo, contra el hechizo poético que ejerce el mundo sensible (con sus mil con­cupiscencias posibles) que llamamos Gran Engaño, en fin, contra la Voluntad del Uno. Parece tarea imposible. La Sabiduría Hiperbórea, y aún la Tradición Gnóstica, afirman que sí es po­sible. Pero, entonces, ¿cómo hacerlo?
Sobre la respuesta a esa pregunta tratan las siete vías secretas de la Sabiduría Hiperbó­rea. Aquí, tal como lo anunciamos, vamos a responder con el lenguaje simbólico de la Einherjar, cuyos miembros dominaban la vía de la oposición estratégica y la técnica arquemó­nica.
Comencemos por aclarar el significado etimológico de la palabra arquémona y el senti­do filosófico que denota en la Sabiduría Hiperbórea. Arquémona, ante todo, es una palabra compuesta por dos vocablos griegos αρχη = PRINCIPIO y υονας = UNIDAD. La inicia­ción por la técnica arquemónica permite arribar a un PRINCIPIO ÚNICO de la psique, es de­cir, a la individuación egoica del selbst, desde donde es factible experimentar la posibilidad pura del Espíritu o Vril: tal es el sentido hiperbóreo del arquémona.
Para los BERSERKIREN, iniciados de la EINHERJAR, el "mundo" en el cual ocurre la vida cotidiana es simplemente un "campo de batalla", una PALESTRA ocupada por enemigos mortales a los que se debe combatir sin tregua pues ellos "cortan el camino de regreso", "obstruyen la retirada" y pretenden "reducirnos a la más vil esclavitud" cual es "la sumisión del Espíritu Eterno a la materia", su "encadenamiento al Plan Evolutivo del Demiurgo y su corte de Demonios". El "mundo" es entonces, para los Berserkir: EL VALPLADS.
En la mitología nórdica y en la EDDA, el Valplads es el campo de batalla adonde Wotan elige a los que caen luchando por el honor o la verdad. La Orden Einherjar, basándose en la Sabiduría Hiperbórea, extendía el concepto de Valplads a todo el "mundo". Pero el "mundo" es el macrocosmos, dentro del cual subsiste el microcosmos potencial del virya des­pierto; la realidad de ese "mundo", que rodea como Valplads al virya despierto, es Maya, una ilusión. Hay aquí un gran Misterio, que justifica y explica la necesidad de "ganar un punto firme" en el Valplads: él se refiere al Terrible Secreto de Maya, capaz de contrarrestar toda estrategia ejecutada fuera del Kairos.
¿No existe, pues, un sitio adonde el guerrero pueda descansar sus armas, un lugar en el cual por un segundo siquiera sea posible distraer su atención del enemigo y fijarla en el Símbo­lo del Origen o en su reflejo, el selbst? Respuesta: Ni tal lugar ni tal tiempo EXISTEN POR SÍ MISMOS, PERO PUEDEN SER CREADOS ESTRATÉGICAMENTE. En el Valplads no cabe otra posibilidad mas que combatir o rendirse, alternativa, esta última, que implica hun­dirse en el peor grado de idiotez del virya perdido.'Pero, el que combate, siempre tiene la po­sibilidad de "liberar" un sitio, una PLAZA, y hacerse fuerte en él. Para que tal posibilidad se concrete en la lucha del virya despierto la Sabiduría Hiperbórea enseña la vía de la oposición estratégica y su técnica arquemónica.
El arquémona o cerco estratégico se basa en un principio doble, originado en la duali­dad alma-Espíritu del virya. Concurren, en efecto, sobre el cerco dos principios: uno, arquetípico, es el principio del cerco, EXPRESADO EN EL VALPLADS COMO SIGNO POR EL SUJETO ANÍMICO; otro, no arquetípico, es el polo infinito reflejado en el selbst, que el Yo despierto PROYECTARÁ SOBRE EL SIGNO DEL CERCO, produciendo así un CERCO INFINITO.
Pero ¿qué es el principio del cerco? Respuesta: Un sistema de la estructura cultural, vale decir, una Relación y sus Principios. El virya despierto debe conseguir que el sujeto cultural ubique, en la Relación, el concepto del principio del cerco, y que emerja su representación, su símbolo sagrado. Entonces podrá ser expresado afuera, en el Valplads, como signo postor de sentido, aprovechando para la estrategia propia la posibilidad que brinda el objetivo micro­cósmico de la finalidad del pasú.
Para dar una idea intuitiva del principio del cerco quizá convenga expresarlo en térmi­nos de teorema matemático, aunque, cabe advertirlo, en esta forma el principio es totalmente inoperante pues su significado se denota en el contexto de un lenguaje exclusivamente cultural; el principio del cerco operativo, que debe descubrir el virya, ha de ser extraído, como los mi­tos, de conceptos oblicuos y no habituales de la Relación; para ello, desde luego, deberá "crearlo con la fantasía" y luego flexionar el sujeto consciente para que aperciba su forma; es decir: el Yo despierto deberá ENGAÑAR AL SUJETO CULTURAL Y A LA RAZÓN, obligándolas a racionalizar su reflexión y a descubrir para el Yo, como mito emergente, la ver­dadera imagen del principio del cerco. Pero, de cualquier manera, aquí va su formulación ma­temática "TODA CURVA CERRADA DIVIDE A SU PLANO EN DOS PARTES". Una curva cerrada puede tener cualquier forma, cuadrada, circular, elíptica, etc., pero siempre pre­senta el hecho cualitativo que divide a su plano en dos partes. La propiedad geométrica topo­lógíca que expresa este teorema, fácilmente intuible, permite inducir el principio del cerco por­que "toda curva cerrada" es el caso mas abstracto de "cerco": un concepto de la Relación "cerco" expresado en lenguaje matemático.
La técnica arquemónica permite a todo virya despierto aplicar la función del cerco en el ámbito del Valplads y "dividir el espacio en dos partes". Para ello el virya proyecta el signo del cerco poniendo tal sentido separador en el ente espacial del mundo; sobre tal signo el Yo des­pierto proyecta, a su vez, el polo infinito, mediante un supremo esfuerzo de "voluntad gracio­sa", voluntad del virya que será estudiada en la Segunda Parte. Se crea así un ESPACIO ES­TRATÉGICO o ARQUÉMONA dentro del cerco, una PLAZA que será inmediatamente ocu­pada por el virya despierto y que le brindará la oportunidad segura de ganar algunos pasos de­finitivos hacia el centro. EL TIEMPO PROPIO imprescindible para tal transito LO CREARÁ desde el arquémona, por medio de la OPOSICIÓN ESTRATÉGICA, técnica que requiere LA DEFINICIÓN DE UN LUGAR, UN PUNTO, ETC., EN EL VALPLADS, es decir, fuera del arquémona: tal punto exterior se enfrentará al polo infinito, el cual impedirá que la isotropía del tiempo trascendente contamine temporalmente el área del Valplads.
Hay que reconocer aquí que todas las dificultades del virya despierto por reorientarse o establecerse definitivamente en el selbst, dificultades interiores que provienen de la impureza de sangre, impiden a éste alcanzar la autonomía óntica hacia la cual tiende su naturaleza pasú. Ésa es la principal fuente de dificultades pues, existiendo como microcosmos potencial, el virya no puede evitar la dualidad temporal ya estudiada: subsistir en el tiempo trascendente y, a la vez, poseer un sujeto consciente que coexiste en un tiempo inmanente y transversal. Por eso el virya necesita imperiosamente librarse del tiempo trascendente, desalojarlo de su estructura psíquica, evitar que sincronice sus relojes interiores con los relojes patrón del macrocosmos. Y no puede, para ello, apurar el objetivo microcósmico, racionalizar el esquema de si mismo, ser pura conciencia: ello implicaría cumplir la entelequia del Arquetipo Manú y adquirir la auto­nomía óntica, objetivo que jamás se permitirá cumplir a un virya despierto. ¿Qué hacer, enton­ces? Respuesta: El virya despierto debe partir, sin preocuparse por ello, del grado evolutivo que haya alcanzado su microcosmos potencial Y PROCEDER A AISLARLO TEMPORAL­MENTE DESDE AFUERA, POR MEDIO DE LA TÉCNICA ARQUEMÓNICA.
Cuando el virya despierto se sitúa en la plaza, y practica la oposición estratégica, en efecto, el tiempo trascendente es anisótropo en dirección del área cercada; entonces ¿que tiem­po transcurre en el interior del arquémona, en el espacio de la plaza que rodea al virya? y, lo que es más interesante ¿qué tiempo transcurre PARA el microcosmos? Respuesta: En princi­pio, al ceder la isotropía del tiempo trascendente su penetración en las estructuras del micro­cosmos, éste se ve súbitamente inundado de tiempo inmanente; pero tal ocupación sólo signifi­ca que el microcosmos subsiste ahora en el tiempo inmanente y no implica "mayor conciencia" en modo alguno: por el contrario, tal difusión del tiempo inmanente, o sea de la conciencia, en el microcosmos, suele determinar en la mayoría de los casos la disolución del sujeto conscien­te; por eso es que esta vía de liberación no es recomendable para los viryas perdidos, quienes tienen su Yo perdido identificado con el sujeto consciente y pueden sufrir la suerte de éste; el virya despierto, en cambio, siempre será capaz de diferenciarse del sujeto consciente pues el no considera imprescindible la conciencia desde el momento que dispone de la gnosis, ese saber instantáneo e infalible que se obtiene por la vinculación carismática del Cordón Dorado. Sin embargo, no es improbable que la práctica de la técnica arquemónica redunde en la efectiva autonomía óntica del microcosmos; en ese caso el virya dispondrá de una inmejorable oportu­nidad de transmutarse en Siddha Berserkir.                     
Por otra parte, sea cual sea el caso, lo cierto es que fuera del microcosmos, pero dentro del arquémona, transcurre UN TIEMPO PROPIO DEL VIRYA DESPIERTO, CREADO CARISMÁTICAMENTE POR EL POLO INFINITO DEL ESPÍRITU Y LA GRACIA DEL PARÁCLITO DURANTE LA "OPOSICIÓN ESTRATÉGICA". Pero dejemos para más ade­lante la descripción de la oposición estratégica y continuemos avanzando, otro poco, "en busca del principio del cerco".
Recordemos ahora la primera pregunta planteada en el articulo "C": ¿para qué necesita el virya despierto aplicar la técnica arquemónica, es decir, qué efecto práctico, qué beneficio, le reporta para su propósito de liberación espiritual? Quizá, con lo ya visto, parezca respondida suficientemente esta pregunta. Y nada seria tan equivocado como creer eso. Pues, con todo rigor, la respuesta a tal pregunta jamás podría ser exacta si no comprendiese en sus considera­ciones al Terrible Secreto de Maya, cuyo conocimiento demuestra al menos avisado que, a menudo, aplicar la técnica arquemónica no constituye un mero juego sino una inevitable y de­sesperada acción de guerra con el fin de evitar caer aniquilado por el Demiurgo. Lo comproba­remos en el próximo articulo, donde la pregunta adquirirá su verdadera dimensión.


C - En busca del principio del cerco.

C - En busca del principio del cerco.

En éste y en los siguientes artículos vamos a referirnos a técnicas y modos estratégicos de operar que fueron de uso corriente, pero secreto, durante muchos siglos en ciertas Ordenes hiperbóreas occidentales. En nuestra novela de divulgación "La Extraña Aventura..." hemos mencionado algunas, comenzando por la orden negra SS, la Thulegesellschaft, la Orden Einherjar fundada por John Dee en 1586, etc., y hasta hicimos la descripción de una ceremonia protagonizada por un grupo de viryas despiertos, quienes se transmutaban en Siddhas Berserkir para celebrar un extraño ritual. Ese ritual se efectuaba sobre la base de una técnica secreta de la Sabiduría Hiperbórea conocida como VÍA DE LA OPOSICIÓN ESTRATÉGICA, la cual empleaba un CERCO ESTRATÉGICO o ARQUEMONA. ¿Que es un arquémona? Respuesta: un cerco, real o imaginario, producido por el sujeto cultural como símbolo sagrado Y SOBRE EL CUAL EL YO DESPIERTO HA PROYECTADO EL POLO INFINITO; el arquémona OPERATIVO es, así, UN CERCO INFINITO, es decir, UN CERCO AL QUE ES IMPOSI­BLE SITIAR COMPLETAMENTE, CUBRIENDO TODO SU PERÍMETRO.
No nos extendamos más, por ahora, sobre la técnica arquemónica, a la que sólo podre­mos comprender si previamente hemos respondido a estas preguntas: ¿para que necesita el virya despierto aplicar tal técnica arquemónica, es decir, qué efecto práctico, qué beneficio le reporta a su propósito de liberación espiritual? Como veremos enseguida, esta pregunta sólo adquiere sentido si se admite que el virya despierto es un guerrero, un héroe que debe luchar sin tregua para abrirse paso en terreno enemigo, es decir, en el mundo del Demiurgo, donde se encuentra prisionero. La otra pregunta es ¿cómo se efectúa, al menos en teoría, la técnica ar­quemónica, y, lo que es más importante, de qué medios se vale el virya despierto para desarro­llar su dominio? es decir ¿cómo descubre el principio del cerco, quién lo inicia, quién se lo revela?
Dar respuesta a las últimas preguntas es lo que nos va a llevar "en busca del principio del cerco", una búsqueda durante la cual veremos revelado, en forma alegórica, el Misterio de la Canción de A-mort de los Siddhas, vale decir, la verdadera fuente iniciadora en el principio del cerco, pero una iniciación que se da directamente en la sangre pura, sin intermediarios de ninguna especie, por vinculación carismática.
Como dijimos, emplearemos aquí conceptos de la Orden Einherjar, antigua precursora de la Thulegesellschaft y la SS.


B - Estructura psíquica del virya despierto.

B - Estructura psíquica del virya despierto.

Con la incorporación de la esfera de voluntad egoica Ehre al esquema psíquico básico del pasú, tal como se ve en la figura 31, ha quedado completo el esquema psíquico del virya. Recordemos que el esquema psíquico del pasú representado en las figuras 11 y 11b respondía a una sistemática de círculos excéntricos, en la cual la esfera (2) de conciencia cumplía un papel central. En la figura 31 comprobamos que la esfera (2) continúa siendo central mientras que las esferas afectiva (4), racional (3) y Ehre (1) son excéntricas y; además, que todas ellas determinan ciertos recintos al intersectarse entre sí. Mas, de acuerdo con lo visto en el inciso Sistemática de círculos excéntricos: "Si los círculos excéntricos son sostén de conceptos sim­ples, una combinatoria de círculos formará RECINTOS conteniendo conceptos complejos o sea específicos". Con el fin de poner a los círculos y recintos de la figura 31 en relación de correspondencia con los conceptos estudiados, lo que nos permitirá resumir sistemáticamente todo lo visto hasta aquí, hemos desarrollado en la figura 32 un esquema de la estructura psí­quica del virya.


En este artículo nos vamos a ocupar de describir conceptualmente la figura 32 a partir del siguiente parámetro de analogía: LA VOLUNTAD. Comencemos, pues, por el primer círculo excéntrico (1) que representa a la esfera de voluntad egoica Ehre. Se halla abierto por arriba para señalar el punto absoluto (0) adonde lo divino hace contacto con lo hu­mano, adonde la Gracia del Paráclito se transforma en voluntad graciosa. Sobre el punto (0) una lengua de fuego o cresta indica la presencia del Paráclito.
El circulo (2) corresponde a la esfera de conciencia, en la cual actúa el sujeto conscien­te; por tal razón se ha señalado a la "voluntad consciente" como a la fuerza que permite actuar a este sujeto.
La intersección de los círculos (1) y (2) determina el recinto (9), en el que están conte­nidos el arco AB del Símbolo del Origen y, sobre él, el Yo perdido. Esto significa que, aún cuando el Yo perdido es una hipóstasis, confundida con el sujeto consciente de la esfera de luz, también requiere para SU PROPIA ACTIVIDAD el aporte de la voluntad egoica. Se com­prende, observando la figura 32, que si la voluntad egoica disminuye, si se reduce el circulo (1), también se enervará la actividad del Yo perdido pues el recinto (9) será cada vez menor. Así, "a menor voluntad egoica menor capacidad del Yo para actuar"; tal consecuencia es cla­ramente nietzscheana.
Los recintos (5), (6), (7) y (8) conforman, según sabemos, la esfera de sombra (ver figu­ra 22). Analicemos el concepto que corresponde a cada uno. Los círculos (3) y (4) se intersec­tan entre sí sobre el área del círculo central (2), conformando el recinto triangular (5). Tal re­cinto, el único de triple implicación, representa al espacio que contiene a la estructura cultural: con "xx", junto al lado inferior, se ha señalado la presencia horizontal de un sistema xx. En el recinto (5), en el nivel estructural xx, tiene término el sujeto cultural y, por eso, se indica con "voluntad cultural" a la fuerza que emplea dicho sujeto para actuar.
El recinto (7), formado por los círculos (2) y (3), es análogo a la región de la esfera de sombra donde tienen lugar los casos (b), es decir, aquéllos símbolos emergentes con inclina­ción hacia la esfera racional (ver figura 23).
El recinto (8), formado por los círculos (2) y (4), es análogo a la región de la esfera de sombra donde tienen lugar los casos (c), es decir, aquellos símbolos emergentes con inclina­ción hacia la esfera afectiva (ver figura 23).  
Es evidente que, salvo el recinto (6), todos los restantes sectores se encuentran incluidos en el área de la esfera de conciencia. Con otras palabras: los recintos (9), (5), (7) y (8) corres­ponden a alguna forma de conciencia puesto que la involucran en sus regiones. Por el contra­rio, la combinación de las esferas afectiva (4) y racional (3) produce algo, en el recinto (6), QUE NO ES CONCIENCIA EN ABSOLUTO, pero que ROZA A LA CONCIENCIA POR UN LADO (xx). Esto es: la "voluntad instintiva" del sujeto racional o razón. Para mayor clari­dad conviene recordar que la estructura cultural se encuentra en correspondencia biunívoca con la memoria arquetípica o cerebro; es decir que, bajo el nivel del sistema xx (recinto 5), se en­cuentra el cerebro (recinto 6).
En efecto, el lado xx que separa los recintos (5) y (6) es análogo a la frontera que separa la estructura cultural (5) y la memoria arquetípica (6). Entonces, en el recinto (6), tiene su término el sujeto racional o razón, el cual actúa por medio de la voluntad instintiva. Esta vo­luntad, apuntada hacia lo orgánico, hacia la vida, hacia el mundo, es la fuerza que emplea la razón para interpretar los designios de los entes y actualizar sus esquemas en el recinto (5).
Resumiendo, como el recinto (6) está substancialmente formado por las esferas afectiva (4) y racional (3), ocurre que la voluntad instintiva será hallada, cuando menos, RAZONABLE o AMABLE, aunque en todos los casos CIEGA de conciencia.

A - Teoría analógica del virya despierto.

A - Teoría analógica del virya despierto.

En la Segunda Parte se explicará en detalle el modo como un virya perdido puede trans­formarse en virya despierto, modo que consiste básicamente en una actitud del Yo perdido denominada "graciosa luciférica". Aquí vamos a explicar, analógicamente, que se espera obte­ner con tal actitud y nos referiremos, para ello, al esquema de la figura 29.     
La línea cóncava AB representa al Símbolo del Origen; sobre la cual se refleja el Yo Infini­to. Pero, según vimos en "I", existe una hipóstasis del Yo Infinito llamada "Yo perdido" que se identifica y confunde con el sujeto consciente, conformando la persona del pasú: esta hipósta­sis, el Yo perdido, no puede estar en otro lugar de la figura que directamente sobre la línea AB. A este Yo perdido, substancial y temporalizado, es al que se busca trascender por medio de la actitud graciosa luciférica. ¿Buscando qué? El Yo despierto, insubstancial y atemporal, que es un puro reflejo del Yo Infinito, vale decir, del Espíritu Eterno. ¿Y adónde puede ser represen­tado, en la figura 29, el Yo despierto? Para hallar la respuesta debemos advertir, ante todo, que, POR SU CARÁCTER INSUBSTANCIAL, EL YO DESPIERTO NO PUEDE ESTAR EN LA ESFERA DE CONCIENCIA PUES LA MISMA ES ÍNTEGRAMENTE ENER­GÉTICA, ES DECIR, SUBSTANCIAL. Convengamos, entonces, que el Yo despierto se en­cuentra FUERA DE LA ESFERA DE CONCIENCIA, EN UN PUNTO LLAMADO SELBS.
En la figura 30 se ha representado el selbst mostrándolo analógicamente como un FOCO en el cual se concentra el reflejo del Yo Infinito sobre el Símbolo del Origen AB. El selbst, que es análogo a un foco mas que a un "centro", refleja sintéticamente al polo infinito como "Yo despierto". Así, el virya despierto se define también como "aquél que ha trasladado su Yo al selbst".
Según veremos en la Segunda Parte, a medida que se va ocupando el selbst, se genera en su torno una nueva esfera llamada EHRE. Tal esfera es netamente hiperbórea, propia de los hombres semidivinos o viryas. ¿Y qué contiene tal esfera, aparte del centro-foco selbst, asiento del Yo despierto? Respuesta: VOLUNTAD EGOICA. Ehre, en efecto, es una esfera de volun­tad: MAS ESTA VOLUNTAD NO ES UNA ENERGÍA QUE PROVIENE DEL MICRO­COSMOS, NI TAN SIQUIERA DEL MACROCOSMOS, SINO UN APORTE EXTRA EFECTUADO POR UN AGENTE CARISMÁTI­CO CONOCIDO COMO "PARÁCLITO". Por eso la voluntad del virya despierto se denomi­na "graciosa": porque la GRACIA del Paráclito lo ha dotado de una fuerza sobrehumana y he­roica. Aunque todo esto será explicado claramente en la Segunda Parte, podemos adelantar la naturaleza del Paráclito: ES EL CONTACTO TRASCENDENTE CON LA VOLUNTAD DEL INCOGNOSCIBLE, ES DECIR DEL DIOS HIPERBÓREO. Pero este "contacto", desde luego, solo puede efectuarlo el Yo despierto desde el selbst.
En la figura 31 podemos observar a la esfera Ehre, de voluntad egoica, rodeando al selbst. Comprobamos allí que Ehre se trata de una esfera ABIERTA POR LA PARTE SU­PERIOR, y que el hueco se denomina VRIL. Tal como veremos, al estudiar la Teoría del Siddhas Berserkir, el Vril es el último paso que le queda por dar al espíritu encadenado antes de obtener la definitiva liberación: CUANDO EL YO DESPIERTO CONSIGUE, DESDE EL SELBST, MIRAR HACIA EL SÍMBOLO DEL ORIGEN Y, POR REFLEJO, VE AL ES­PÍRITU ESFERA REVERTIDO, ENTONCES ESTÁ EN CONDICIONES DE EFECTUAR LA ORIENTACIÓN ESTRATÉGICA DEL ESPÍRITU, ES DECIR, TORNAR EL ESPÍRI­TU REVERTIDO A SU NORMALIDAD. Puede, así, trasmutarse en Siddha inmortal em­pleando EL PODER DEL VRIL. Mas esta operación será explicada analógicamente en otro articulo.
Por ultimo, es claro ahora que, debido a la dualidad esencial alma-Espíritu, en el virya existen dos núcleos de sí mismo: una es el esquema de sí mismo animado por el sujeto cons­ciente, cuya esencia es temporal; y otro es el selbst, animado por el Yo despierto, un sujeto atemporal. El sujeto consciente revela al alma transmigrante e inmortal LA CONCIENCIA DE SÍ MISMO en el microcosmos. El Yo despierto revela al Espíritu Eterno LA GNOSIS DEL SELBST en el microcosmos.



EL VIRYA PERDIDO: EN BUSCA DEL PRINCIPIO DEL CERCO