domingo, 19 de abril de 2020

E - El terrible Secreto de Maya.


Vamos a tocar aquí uno de los Misterios mas herméticos que existen, cual es el que se refiere a Maya, la ilusión de lo real. Pero tal hermetismo no obedece esta vez, como en muchas conocidas patrañas ocultistas, al mero afán de velar un símbolo sagrado, vale decir, a la inten­ción de tornar esotérica la verdad representada por el símbolo sagrado. Lo que ocurre en este caso es que maya es la palabra que designa un terrible secreto, una de esas ideas capaces de trastornar a la mente más equilibrada y racional. Por eso el secreto de maya ha sido terminan­temente velado. Y si aquí nos decidimos a revelarlo, por ser necesario para explicar la teoría de la técnica arquemónica, lo haremos luego de efectuar una clara advertencia.
Sugerimos al lector, en efecto, que, aún cuando haya tomado conocimiento del secreto de Maya, no se detenga a meditar demasiado en esta idea pues la misma puede provocar conse­cuencias imprevisibles y funestas; especialmente si el lector se halla imbuido del texto prece­dente sobre los Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea. Sólo el virya despierto dispone de los medios para operar sin peligro con el secreto de maya. El lector, mientras tanto, puede intentar despertar del Gran Engaño adoptando la actitud graciosa luciférica que se describe en la Segunda Parte. Por ese camino conseguirá, al fin, convertirse en virya despierto: recién en­tonces podrá detenerse sin peligro en el Terrible Secreto de Maya.
Desde luego, expondremos el secreto de Maya ANALÓGICAMENTE, basándonos en el modelo estructural desarrollado en esta obra: el objetivo será que la terrible idea SEA IN­DUCIDA por el ejemplo analógico.
Comencemos, pues, sin olvidar en ningún momento las estrictas correspondencias ana­lógicas que existen entre microcosmos y macrocosmos.
Cuando el sujeto cultural del pasú piensa un sistema de la estructura cultural, de acuer­do con lo visto, PUEDE NOTARLO EN CUALQUIERA DE LOS MÚLTIPLES PLANOS DE SIGNIFICACIÓN QUE INTERSECTAN SU EJE EXTENSIVO XX. Cada uno de esos planos corresponde al contexto significativo de un lenguaje, contexto dentro del cual, el siste­ma xx pensado, adquiere significado CONCEPTUAL. EL CONCEPTO de un sistema xx es, así, el significado notado en el plano de un lenguaje contextual. Por otra parte, el sistema xx PUEDE SER PENSADO por el sujeto cultural porque SUBSISTE EN EL TIEMPO TRAS­CENDENTE.
Pues bien, veamos ahora las cosas DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL DEMIURGO EL UNO, cuya conciencia, el tiempo trascendente, se difunde isotrópicamente en todo ente sucesivo, salvo en aquellas direcciones internas de los tiempos inmanentes. De acuerdo a la correspondencia hermética entre macro y microcosmos, el Demiurgo ha de efectuar también una operación análoga a la de "pensar un sistema". Mas ¿que es "un sistema" para el Demiur­go? Respuesta: TODA CULTURA O SUPERESTRUCTURA DE HECHOS CULTURALES. Efectivamente, como se explicará en la Segunda Parte y ya fue adelantado en el articulo "H" del inciso "Func. de la Estruc. Cult.", la presencia postora de sentido del hombre transforma los entes designados en objetos culturales, los cuales se organizan en el mundo formando su­perestructuras de hechos culturales. En estas superestructuras, que subsisten en el tiempo tras­cendente, el hombre, pasú o virya perdido, se encuentra habitualmente integrado como "elemento" estructural. Ello se debe a que el cuerpo del virya perdido es solo un microcosmos potencial, subsistente en el tiempo trascendente.
Dejando para más adelante la explicación detallada de las superestructuras, lo impor­tan­te en este momento es destacar que ellas determinan UNA FORMA EXTERIOR DENO­MINADA "CULTURA", la cual puede ser "pensada" por el Demiurgo como "sistema". Esta­bleciendo las correspondientes analogías valen aquí las mismas propiedades que atribui­mos al sujeto cultural: el Demiurgo, ante todo, es capaz de notar integra la superestructura o efectuar una REDUCCIÓN SISTEMÁTICA, yendo, por ejemplo, de una colección de objetos cultura­les y una pluralidad de microcosmos superestructurados, hasta la consideración de UN SOLO MICROCOSMOS como "sistema", además, dada una cultura determinada, el Demiur­go PUEDE NOTARLA EN DISTINTOS "ESPACIOS DE SIGNIFICACIÓN" Y CODIFI­CARLA EN OTROS TANTOS SUPERLENGUAJES CONTEXTUALES. Naturalmente, en el nivel de conciencia del Demiurgo, los "planos de significación" de la estructura cultural son análogos a "espacios de significación" de las superestructuras de hechos culturales.
En esto consiste el secreto de maya, revelado ahora mediante la analogía estructural: TODO ENTE CULTURAL DEL UNIVERSO, SEA UN OBJETO CULTURAL O UN MI­CROCOSMOS POTENCIAL, O UNA SUPERESTRUCTURA QUE LOS INTEGRE, EXISTE SIMULTÁNEAMENTE EN INCONTABLES ESPACIOS DE SIGNIFICACIÓN MACROCÓSMICOS. Y, EN CADA UNO DE ESOS PLANOS DE EXISTENCIA, EL ENTE CULTURAL SIGNIFICA UN SUPERCONCEPTO DEL DEMIURGO, ES DECIR, SU SIGNIFICADO ESTÁ DETERMINADO POR EL MARCO CONTEXTUAL DE UN SUPERLENGUAJE MACROCÓSMICO. Seguramente, en este punto de la exposición, la ra­zón del lector se ha de negar a admitir las consecuencias que se infieren del secreto de maya. Sin embargo es demasiado evidente para negarlo: QUIEN VIVE INTEGRADO EN UNA CULTURA SÓLO PERCIBE UN ASPECTO MÍNIMO DE LA REALIDAD. EL MUNDO SOCIOCULTURAL DONDE TRANSCURRE LA VIDA ES SÓLO EL CONTEXTO DE UN SUPERCONCEPTO DEL DEMIURGO. LA CASA, EL BARRIO, LA CIUDAD, EL PAÍS, EL CONTINENTE, EL PLANETA, EL SISTEMA SOLAR, LA GALAXIA, EL UNIVERSO CONOCIDO, TODO LO QUE NOS RODEA Y QUE CREEMOS MUNDO ÚNICO Y ESTABLE, NO SON, EN VERDAD, MAS QUE ASPECTOS DEL CONTEXTO DE UN SUPERCONCEPTO; UN SUPERCONCEPTO JUNTO A INCONTABLES SU­PERCONCEPTOS SEMEJANTES, ES DECIR, JUNTO A INCONTABLES MUNDOS CONTEXTUALES EN LOS CUALES EXISTIMOS SIMULTÁNEAMENTE.
El pasú, y aún el virya perdido, no perciben mas que un mundo de los muchos en los que existen simultáneamente: el suyo habitual, en el que son estables sólo porque están inte­grados a rígidas superestructuras de entes externos o "culturas". Por eso la Sabiduría Hiperbórea denomina Gran Engaño a la realidad de un mundo habitual: porque el contexto cotidiano disimula y oculta la plurivocidad que la existencia óntica desarrolla en los múltiples espacios de significación macrocósmica.
Una cultura, o superestructura, es un "sistema" que puede ser notado por el Demiurgo en múltiples espacios de significación; cada notación significativa es un superconcepto, es decir, un ASPECTO, FACETA, PERFIL, etc., de dicha cultura. Esto significa que entre super­conceptos contiguos, no demasiado oblicuos, sólo serán notadas PEQUEÑAS DIFEREN­CIAS: considerando, por ejemplo a la ciudad de Buenos Aires como el contexto de un super­concepto, podemos suponer la existencia de otro superconcepto contiguo con una Buenos Aires en la cual no existe el obelisco; u otro sin autopistas. Y si en ese contexto ciudadano habita­mos nosotros, podemos, también, concebir un mundo en el cual nuestra madre sea hermana melliza de un escultor, O EN EL QUE ALGUNO DE NUESTROS SERES QUERIDOS NO EXISTA O NO HAYA EXISTIDO NUNCA; etc.
Esto nos lleva a la siguiente pregunta ¿es posible el tránsito CONSCIENTE entre dos superconceptos contiguos? vale decir ¿podría ocurrir que un virya perdido fuese desplazado de su mundo contextual a un mundo contiguo, muy semejante, pero con apreciables diferencias? Respuesta: Si. Justamente esa es la terrible posibilidad que afronta quien decide purificar su sangre y emprender el camino de regreso al Origen: puede entonces caer el velo de maya y la realidad trastocarse en muchos puntos, como si el mundo entero conspirase para sumirlo en la alucinación y la demencia. Y no sólo esto; si el virya no ha adoptado un conveniente estado de alerta, si no se mueve en el Kairos justo y con la estrategia adecuada, podría verse transportado a un contexto sumamente oblicuo, es decir, a un mundo de características completamente ex­trañas y desconocidas, donde mil peligros insospechados darían por tierra con su propósito de liberación espiritual.
Todo esto, que no es otra cosa más que una reacción denominada SEGUNDA IN­TENCIÓN DEL DEMIURGO, puede ocurrirle a quien se atreve a penetrar en el secreto de Maya sin contar con los principios estratégicos necesarios para contrarrestarlo: por ejemplo, EL PRINCIPIO DEL CERCO, en cuya búsqueda se desliza este inciso.
Resumiendo, el secreto de maya nos dice que, luego de una reducción sistemática, todo microcosmos potencial o virya perdido puede ser notado por el Demiurgo, como un supercon­cepto significativo en el contexto habitual de un superlenguaje macrocósmico: tal contexto es, desde luego, el mundo cotidiano del virya. Pero el secreto de Maya nos dice más: EN UN EJE EXTENSIVO DEL MICROCOSMOS POTENCIAL, ANÁLOGO AL EJE XX DE UN SIS­TEMA, SE INTERSECTAN INCONTABLES ESPACIOS DE SIGNIFICACIÓN: el contex­to habitual da significado al microcosmos en sólo uno de tales espacios, es decir, en un super­concepto. Sin embargo, el microcosmos potencial existe simultáneamente en todos los espacios de significación que intersectan el eje xx. Por eso, cuando la pureza de sangre del virya produ­ce la disolución de la ilusión de Maya, no es improbable que el Demiurgo realice un último intento por mantenerlo dentro de la confusión del Gran Engaño: entonces puede ocurrir el ho­rroroso hecho de que el contexto habitual del mundo se transforme según el modo característi­co de algún espacio oblicuo y desconocido; las estructuras psíquicas son, así, puestas a prueba, sometidas a la tensión tremenda da advertir la no correspondencia cultural entre los esquemas de entes conocidos y los entes concretos, existentes en el nuevo contexto; el mundo se torna alucinante, sin que el sujeto anímico consiga distinguir claramente donde termina lo imaginario y donde comienza lo real; y ante semejante orbe cambiante, frente a entes inestables cuyo de­signio se altera irrazonablemente, la razón del virya suele manifestarse impotente para estable­cer las RELACIONES que constituyen su función esencial: y sin contar con las relaciones del ente y entre los entes, sin el equilibrio de la RATIO, no tardaría en sobrevenir la locura. A me­nos, claro está, que el virya despierto disponga de la voluntad graciosa y del conocimiento su­ficiente sobre la técnica arquemónica como para AISLARSE ESTRATÉGICAMENTE del contexto demencial.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario