viernes, 10 de abril de 2020

D - Necesidad de hacer un alto en la lucha.

D - Necesidad de hacer un alto en la lucha.

Situemos el problema dentro de sus justos límites, haciendo un resumen.
Ya hemos hablado de los VIRYAS, hombres semidivinos que poseen en su sangre la herencia de los Divinos Hiperbóreos llamada, para simplificar, "Minne". Dijimos también que los VIRYAS podían estar "perdidos" o "despiertos" y definimos el "virya perdido" como aquél que ha "extraviado el origen" merced a una "confusión de sangre". La confusión sanguínea provoca un estado psicológico de gran extravío al que se denomina técnicamente "confusión estratégica". Consecuentemente la "purificación sanguínea" que facilita la Sabiduría Hiperbó­rea, por siete vías secretas, produce una "reorientación estratégica" en el virya perdido posibilitándole emprender (o re-emprender) el regreso al origen y el abandono del mundo in­fernal de la materia. El "virya perdido, ya lo hemos dicho, se halla en un abyecto estado de en­cadenamiento material que lo obliga a sujetarse a las leyes del Karma, a reencarnar periódica­mente y vivir, o re-vivir, una eterna y miserable comedia signada por la ilusión siniestra del do­lor, del miedo y de la muerte. En el "Gran Engaño" de la vida el virya perdido puede ocupar cualquier puesto e inclusive "colaborar" con el "Plan" "evolutivo" y "progresista" de Jehová-Satanás, o con su "sistema de control social" llamado, también para simplificar, "Sinarquía". En tal deplorable cuadro, que presenta el virya perdido, aunque tiene como causa metafísica la confusión de sangre, la debilitación del linaje hiperbóreo, su raíz más concreta se encuentra, sin embargo, en la identificación del Yo perdido con el sujeto consciente. Según se explicó, tal confusión es efecto de la clave genética cuyo objetivo es, justamente, que el virya perdido se comporte y evolucione como un pasú.
Mas, puede ocurrir que el virya perdido DESPIERTE y comprenda que debe procurar la liberación del Espíritu cautivo, marchar hacia el centro selbst, aunque deba luchar para ello.
POR ESO el "virya despierto" merece nuestro mayor respeto. El es quien se ha puesto en "alerta" al comprobar su "desorientación" y, con firme decisión, intrepidez y valor guerrero, ha comenzado a buscar el origen para, recién, emprender su regreso. Esta decisión, desde lue­go, no será respetada por el enemigo quien tratará por todos los infinitos medios a su alcance de confundir al osado desafiante, buscando impedir que descubra el MODO DE REGRESAR, induciéndolo, por la ilusión y el engaño, a quebrar su "alerta". Es por eso que el virya despier­to sólo podrá tener éxito si actúa EN EL MARCO DE UNA ESTRATEGIA HIPERBÓREA. Para ello deberá asumir completamente su condición de guerrero, buscar en el recuerdo conte­nido EN la sangre las potencias primordiales del espíritu inmortal, la fuerza del Vril, y, en un estallido gnóstico, recuperar la HOSTILIDAD ESENCIAL hacia el mundo material del De­miurgo, experimentar el FUROR BERSERKR. Entonces, ya dueño de una voluntad inque­brantable, inspirado en la Sabiduría Hiperbórea de la cual es portador por la herencia de los Siddhas Ancestrales, desplegará su ESTRATEGIA PROPIA concebida para OPONERSE a la ESTRATEGIA ENEMIGA y vencer. A partir de allí sólo realizará MOVIMIENTOS ES­TRATÉGICOS, ACCIONES TÁCTICAS, dirigidas a NO PERDER DE VISTA EL ORIGEN mientras se ejecutan los PASOS DEL RETORNO. Y, en medio del fragor del combate, o lo que es peor, en la espera del mismo, cuando las fuerzas enemigas enmascaradas en las formas ilusorias de éste y de los otros mundos dejan traslucir su amenaza diabólica, el virya despierto busca fríamente HACERSE DE UN TIEMPO, por mínimo que sea, para MOVERSE EN DI­RECCIÓN AL ORIGEN. El derecho a disponer de ese TIEMPO PROPIO, quizá tan fugaz como el más pequeño instante, debe ser ganado en una lucha feroz contra las legiones demo­níacas del Demiurgo, contra el hechizo poético que ejerce el mundo sensible (con sus mil con­cupiscencias posibles) que llamamos Gran Engaño, en fin, contra la Voluntad del Uno. Parece tarea imposible. La Sabiduría Hiperbórea, y aún la Tradición Gnóstica, afirman que sí es po­sible. Pero, entonces, ¿cómo hacerlo?
Sobre la respuesta a esa pregunta tratan las siete vías secretas de la Sabiduría Hiperbó­rea. Aquí, tal como lo anunciamos, vamos a responder con el lenguaje simbólico de la Einherjar, cuyos miembros dominaban la vía de la oposición estratégica y la técnica arquemó­nica.
Comencemos por aclarar el significado etimológico de la palabra arquémona y el senti­do filosófico que denota en la Sabiduría Hiperbórea. Arquémona, ante todo, es una palabra compuesta por dos vocablos griegos αρχη = PRINCIPIO y υονας = UNIDAD. La inicia­ción por la técnica arquemónica permite arribar a un PRINCIPIO ÚNICO de la psique, es de­cir, a la individuación egoica del selbst, desde donde es factible experimentar la posibilidad pura del Espíritu o Vril: tal es el sentido hiperbóreo del arquémona.
Para los BERSERKIREN, iniciados de la EINHERJAR, el "mundo" en el cual ocurre la vida cotidiana es simplemente un "campo de batalla", una PALESTRA ocupada por enemigos mortales a los que se debe combatir sin tregua pues ellos "cortan el camino de regreso", "obstruyen la retirada" y pretenden "reducirnos a la más vil esclavitud" cual es "la sumisión del Espíritu Eterno a la materia", su "encadenamiento al Plan Evolutivo del Demiurgo y su corte de Demonios". El "mundo" es entonces, para los Berserkir: EL VALPLADS.
En la mitología nórdica y en la EDDA, el Valplads es el campo de batalla adonde Wotan elige a los que caen luchando por el honor o la verdad. La Orden Einherjar, basándose en la Sabiduría Hiperbórea, extendía el concepto de Valplads a todo el "mundo". Pero el "mundo" es el macrocosmos, dentro del cual subsiste el microcosmos potencial del virya des­pierto; la realidad de ese "mundo", que rodea como Valplads al virya despierto, es Maya, una ilusión. Hay aquí un gran Misterio, que justifica y explica la necesidad de "ganar un punto firme" en el Valplads: él se refiere al Terrible Secreto de Maya, capaz de contrarrestar toda estrategia ejecutada fuera del Kairos.
¿No existe, pues, un sitio adonde el guerrero pueda descansar sus armas, un lugar en el cual por un segundo siquiera sea posible distraer su atención del enemigo y fijarla en el Símbo­lo del Origen o en su reflejo, el selbst? Respuesta: Ni tal lugar ni tal tiempo EXISTEN POR SÍ MISMOS, PERO PUEDEN SER CREADOS ESTRATÉGICAMENTE. En el Valplads no cabe otra posibilidad mas que combatir o rendirse, alternativa, esta última, que implica hun­dirse en el peor grado de idiotez del virya perdido.'Pero, el que combate, siempre tiene la po­sibilidad de "liberar" un sitio, una PLAZA, y hacerse fuerte en él. Para que tal posibilidad se concrete en la lucha del virya despierto la Sabiduría Hiperbórea enseña la vía de la oposición estratégica y su técnica arquemónica.
El arquémona o cerco estratégico se basa en un principio doble, originado en la duali­dad alma-Espíritu del virya. Concurren, en efecto, sobre el cerco dos principios: uno, arquetípico, es el principio del cerco, EXPRESADO EN EL VALPLADS COMO SIGNO POR EL SUJETO ANÍMICO; otro, no arquetípico, es el polo infinito reflejado en el selbst, que el Yo despierto PROYECTARÁ SOBRE EL SIGNO DEL CERCO, produciendo así un CERCO INFINITO.
Pero ¿qué es el principio del cerco? Respuesta: Un sistema de la estructura cultural, vale decir, una Relación y sus Principios. El virya despierto debe conseguir que el sujeto cultural ubique, en la Relación, el concepto del principio del cerco, y que emerja su representación, su símbolo sagrado. Entonces podrá ser expresado afuera, en el Valplads, como signo postor de sentido, aprovechando para la estrategia propia la posibilidad que brinda el objetivo micro­cósmico de la finalidad del pasú.
Para dar una idea intuitiva del principio del cerco quizá convenga expresarlo en térmi­nos de teorema matemático, aunque, cabe advertirlo, en esta forma el principio es totalmente inoperante pues su significado se denota en el contexto de un lenguaje exclusivamente cultural; el principio del cerco operativo, que debe descubrir el virya, ha de ser extraído, como los mi­tos, de conceptos oblicuos y no habituales de la Relación; para ello, desde luego, deberá "crearlo con la fantasía" y luego flexionar el sujeto consciente para que aperciba su forma; es decir: el Yo despierto deberá ENGAÑAR AL SUJETO CULTURAL Y A LA RAZÓN, obligándolas a racionalizar su reflexión y a descubrir para el Yo, como mito emergente, la ver­dadera imagen del principio del cerco. Pero, de cualquier manera, aquí va su formulación ma­temática "TODA CURVA CERRADA DIVIDE A SU PLANO EN DOS PARTES". Una curva cerrada puede tener cualquier forma, cuadrada, circular, elíptica, etc., pero siempre pre­senta el hecho cualitativo que divide a su plano en dos partes. La propiedad geométrica topo­lógíca que expresa este teorema, fácilmente intuible, permite inducir el principio del cerco por­que "toda curva cerrada" es el caso mas abstracto de "cerco": un concepto de la Relación "cerco" expresado en lenguaje matemático.
La técnica arquemónica permite a todo virya despierto aplicar la función del cerco en el ámbito del Valplads y "dividir el espacio en dos partes". Para ello el virya proyecta el signo del cerco poniendo tal sentido separador en el ente espacial del mundo; sobre tal signo el Yo des­pierto proyecta, a su vez, el polo infinito, mediante un supremo esfuerzo de "voluntad gracio­sa", voluntad del virya que será estudiada en la Segunda Parte. Se crea así un ESPACIO ES­TRATÉGICO o ARQUÉMONA dentro del cerco, una PLAZA que será inmediatamente ocu­pada por el virya despierto y que le brindará la oportunidad segura de ganar algunos pasos de­finitivos hacia el centro. EL TIEMPO PROPIO imprescindible para tal transito LO CREARÁ desde el arquémona, por medio de la OPOSICIÓN ESTRATÉGICA, técnica que requiere LA DEFINICIÓN DE UN LUGAR, UN PUNTO, ETC., EN EL VALPLADS, es decir, fuera del arquémona: tal punto exterior se enfrentará al polo infinito, el cual impedirá que la isotropía del tiempo trascendente contamine temporalmente el área del Valplads.
Hay que reconocer aquí que todas las dificultades del virya despierto por reorientarse o establecerse definitivamente en el selbst, dificultades interiores que provienen de la impureza de sangre, impiden a éste alcanzar la autonomía óntica hacia la cual tiende su naturaleza pasú. Ésa es la principal fuente de dificultades pues, existiendo como microcosmos potencial, el virya no puede evitar la dualidad temporal ya estudiada: subsistir en el tiempo trascendente y, a la vez, poseer un sujeto consciente que coexiste en un tiempo inmanente y transversal. Por eso el virya necesita imperiosamente librarse del tiempo trascendente, desalojarlo de su estructura psíquica, evitar que sincronice sus relojes interiores con los relojes patrón del macrocosmos. Y no puede, para ello, apurar el objetivo microcósmico, racionalizar el esquema de si mismo, ser pura conciencia: ello implicaría cumplir la entelequia del Arquetipo Manú y adquirir la auto­nomía óntica, objetivo que jamás se permitirá cumplir a un virya despierto. ¿Qué hacer, enton­ces? Respuesta: El virya despierto debe partir, sin preocuparse por ello, del grado evolutivo que haya alcanzado su microcosmos potencial Y PROCEDER A AISLARLO TEMPORAL­MENTE DESDE AFUERA, POR MEDIO DE LA TÉCNICA ARQUEMÓNICA.
Cuando el virya despierto se sitúa en la plaza, y practica la oposición estratégica, en efecto, el tiempo trascendente es anisótropo en dirección del área cercada; entonces ¿que tiem­po transcurre en el interior del arquémona, en el espacio de la plaza que rodea al virya? y, lo que es más interesante ¿qué tiempo transcurre PARA el microcosmos? Respuesta: En princi­pio, al ceder la isotropía del tiempo trascendente su penetración en las estructuras del micro­cosmos, éste se ve súbitamente inundado de tiempo inmanente; pero tal ocupación sólo signifi­ca que el microcosmos subsiste ahora en el tiempo inmanente y no implica "mayor conciencia" en modo alguno: por el contrario, tal difusión del tiempo inmanente, o sea de la conciencia, en el microcosmos, suele determinar en la mayoría de los casos la disolución del sujeto conscien­te; por eso es que esta vía de liberación no es recomendable para los viryas perdidos, quienes tienen su Yo perdido identificado con el sujeto consciente y pueden sufrir la suerte de éste; el virya despierto, en cambio, siempre será capaz de diferenciarse del sujeto consciente pues el no considera imprescindible la conciencia desde el momento que dispone de la gnosis, ese saber instantáneo e infalible que se obtiene por la vinculación carismática del Cordón Dorado. Sin embargo, no es improbable que la práctica de la técnica arquemónica redunde en la efectiva autonomía óntica del microcosmos; en ese caso el virya dispondrá de una inmejorable oportu­nidad de transmutarse en Siddha Berserkir.                     
Por otra parte, sea cual sea el caso, lo cierto es que fuera del microcosmos, pero dentro del arquémona, transcurre UN TIEMPO PROPIO DEL VIRYA DESPIERTO, CREADO CARISMÁTICAMENTE POR EL POLO INFINITO DEL ESPÍRITU Y LA GRACIA DEL PARÁCLITO DURANTE LA "OPOSICIÓN ESTRATÉGICA". Pero dejemos para más ade­lante la descripción de la oposición estratégica y continuemos avanzando, otro poco, "en busca del principio del cerco".
Recordemos ahora la primera pregunta planteada en el articulo "C": ¿para qué necesita el virya despierto aplicar la técnica arquemónica, es decir, qué efecto práctico, qué beneficio, le reporta para su propósito de liberación espiritual? Quizá, con lo ya visto, parezca respondida suficientemente esta pregunta. Y nada seria tan equivocado como creer eso. Pues, con todo rigor, la respuesta a tal pregunta jamás podría ser exacta si no comprendiese en sus considera­ciones al Terrible Secreto de Maya, cuyo conocimiento demuestra al menos avisado que, a menudo, aplicar la técnica arquemónica no constituye un mero juego sino una inevitable y de­sesperada acción de guerra con el fin de evitar caer aniquilado por el Demiurgo. Lo comproba­remos en el próximo articulo, donde la pregunta adquirirá su verdadera dimensión.


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