viernes, 10 de abril de 2020

A - Teoría analógica del virya despierto.

A - Teoría analógica del virya despierto.

En la Segunda Parte se explicará en detalle el modo como un virya perdido puede trans­formarse en virya despierto, modo que consiste básicamente en una actitud del Yo perdido denominada "graciosa luciférica". Aquí vamos a explicar, analógicamente, que se espera obte­ner con tal actitud y nos referiremos, para ello, al esquema de la figura 29.     
La línea cóncava AB representa al Símbolo del Origen; sobre la cual se refleja el Yo Infini­to. Pero, según vimos en "I", existe una hipóstasis del Yo Infinito llamada "Yo perdido" que se identifica y confunde con el sujeto consciente, conformando la persona del pasú: esta hipósta­sis, el Yo perdido, no puede estar en otro lugar de la figura que directamente sobre la línea AB. A este Yo perdido, substancial y temporalizado, es al que se busca trascender por medio de la actitud graciosa luciférica. ¿Buscando qué? El Yo despierto, insubstancial y atemporal, que es un puro reflejo del Yo Infinito, vale decir, del Espíritu Eterno. ¿Y adónde puede ser represen­tado, en la figura 29, el Yo despierto? Para hallar la respuesta debemos advertir, ante todo, que, POR SU CARÁCTER INSUBSTANCIAL, EL YO DESPIERTO NO PUEDE ESTAR EN LA ESFERA DE CONCIENCIA PUES LA MISMA ES ÍNTEGRAMENTE ENER­GÉTICA, ES DECIR, SUBSTANCIAL. Convengamos, entonces, que el Yo despierto se en­cuentra FUERA DE LA ESFERA DE CONCIENCIA, EN UN PUNTO LLAMADO SELBS.
En la figura 30 se ha representado el selbst mostrándolo analógicamente como un FOCO en el cual se concentra el reflejo del Yo Infinito sobre el Símbolo del Origen AB. El selbst, que es análogo a un foco mas que a un "centro", refleja sintéticamente al polo infinito como "Yo despierto". Así, el virya despierto se define también como "aquél que ha trasladado su Yo al selbst".
Según veremos en la Segunda Parte, a medida que se va ocupando el selbst, se genera en su torno una nueva esfera llamada EHRE. Tal esfera es netamente hiperbórea, propia de los hombres semidivinos o viryas. ¿Y qué contiene tal esfera, aparte del centro-foco selbst, asiento del Yo despierto? Respuesta: VOLUNTAD EGOICA. Ehre, en efecto, es una esfera de volun­tad: MAS ESTA VOLUNTAD NO ES UNA ENERGÍA QUE PROVIENE DEL MICRO­COSMOS, NI TAN SIQUIERA DEL MACROCOSMOS, SINO UN APORTE EXTRA EFECTUADO POR UN AGENTE CARISMÁTI­CO CONOCIDO COMO "PARÁCLITO". Por eso la voluntad del virya despierto se denomi­na "graciosa": porque la GRACIA del Paráclito lo ha dotado de una fuerza sobrehumana y he­roica. Aunque todo esto será explicado claramente en la Segunda Parte, podemos adelantar la naturaleza del Paráclito: ES EL CONTACTO TRASCENDENTE CON LA VOLUNTAD DEL INCOGNOSCIBLE, ES DECIR DEL DIOS HIPERBÓREO. Pero este "contacto", desde luego, solo puede efectuarlo el Yo despierto desde el selbst.
En la figura 31 podemos observar a la esfera Ehre, de voluntad egoica, rodeando al selbst. Comprobamos allí que Ehre se trata de una esfera ABIERTA POR LA PARTE SU­PERIOR, y que el hueco se denomina VRIL. Tal como veremos, al estudiar la Teoría del Siddhas Berserkir, el Vril es el último paso que le queda por dar al espíritu encadenado antes de obtener la definitiva liberación: CUANDO EL YO DESPIERTO CONSIGUE, DESDE EL SELBST, MIRAR HACIA EL SÍMBOLO DEL ORIGEN Y, POR REFLEJO, VE AL ES­PÍRITU ESFERA REVERTIDO, ENTONCES ESTÁ EN CONDICIONES DE EFECTUAR LA ORIENTACIÓN ESTRATÉGICA DEL ESPÍRITU, ES DECIR, TORNAR EL ESPÍRI­TU REVERTIDO A SU NORMALIDAD. Puede, así, trasmutarse en Siddha inmortal em­pleando EL PODER DEL VRIL. Mas esta operación será explicada analógicamente en otro articulo.
Por ultimo, es claro ahora que, debido a la dualidad esencial alma-Espíritu, en el virya existen dos núcleos de sí mismo: una es el esquema de sí mismo animado por el sujeto cons­ciente, cuya esencia es temporal; y otro es el selbst, animado por el Yo despierto, un sujeto atemporal. El sujeto consciente revela al alma transmigrante e inmortal LA CONCIENCIA DE SÍ MISMO en el microcosmos. El Yo despierto revela al Espíritu Eterno LA GNOSIS DEL SELBST en el microcosmos.



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