domingo, 23 de febrero de 2020

B - Nudos y enlaces de la estructura cultural.

B - Nudos y enlaces de la estructura cultural.

La memoria arquetípica o cerebro es lo heredado, inmodificable; pero su función, la razón, es capaz de efectuar una construcción estructural permanente, al menos durante toda la vida del pasú. Mas esta construcción no procede de un acto de elección, de la voluntad del su­jeto, sino del modo de ser de la razón. En efecto, la razón por el solo hecho de actuar produce elementos de la estructura cultural, miembros que se enlazan con el todo y permanecen defini­tivamente articulados.
La función de la razón como productora de la estructura cultural obedece a la finalidad que el Demiurgo ha fijado para destino del pasú.: ser descubridor de entes y, desde los entes, ser productor de cultura. La cultura, aplicación gregaria, social o colectiva, del conocimiento de los entes es el hecho que verdaderamente "da sentido al mundo", por su carácter externo al microcosmos, por estar asentado en el macrocosmos. Más adelante tendremos ocasión de es­tudiar el hecho cultural en el marco histórico del Kaly Yuga.
Aplicaremos el modelo estructural recientemente expuesto para explicar el efecto estruc­turador de la razón. Recordando la cuádruple constitución de una estructura hemos de comen­zar preguntando ¿cuál es el ESPACIO en el cual se construye la estructura cultural? Respuesta: la estructura cultural es un substrato de las esferas afectiva y racional (ver figura 11).
Esta respuesta nos lleva al problema de la naturaleza de las esferas: ¿de qué son las es­feras? Aquí afirmamos la naturaleza ENERGÉTICA de la estructura psíquica del pasú y tal definición puede generar el prejuicio de que "se esta aplicando el concepto de "energía" a la psique". Contra esta objeción replicamos que, contrariamente, "porque la psique es energética existe concepto de energía".
Entonces, la substancia psíquica es la "energía", una forma superior de la materia en la cual esta se reduce a pura fuerza. El "espacio" en una esfera energética es siempre reductible a espacio vectorial, lo que justifica la elección del método estructural por sus correspondencias topológicas.
La estructura cultural, que se forma por la acción de la razón, tiene lugar en las esferas afectiva y racional como SUBSTRATO de éstas, es decir, que su sitio está en el fondo, en lo profundo, en la base: CERCA DE LA MEMORIA ARQUETÍPICA, DEL CEREBRO, que es quien soporta a las esferas afectiva y racional. Veamos ahora como se forma dicha estructura.
Recordemos la primera operación de la razón. La razón compara EN la memoria arque­típica al Arquetipo universal del ente con el Arquetipo invertido; de esta comparación resulta eliminado el Arquetipo universal del ente quedando solo el término particular o designio. Pero, para efectuar la comparación, la razón ha tenido que localizar al Arquetipo invertido y, una vez ubicado, confrontarlo con el ente, es decir, con la impresión que el ente externo ha producido en la sensibilidad racional, según definimos mas atrás. He aquí el origen de la estructura cultu­ral: COMO PRODUCTO DE LA LOCALIZACIÓN, QUE LA PRIMERA OPERACIÓN DE LA RAZÓN EFECTÚA EN EL ARQUETIPO INVERTIDO, OCURRE UN SEGUNDO EFECTO; EL PRIMER EFECTO ES LA ELIMINACIÓN DEL TÉRMINO UNIVERSAL; EL SEGUNDO LA ACTUALIZACIÓN, EN EL MICROCOSMOS, DEL ARQUETIPO IN­VERTIDO. El primer efecto es, pues, causa del segundo.
La primera operación de la razón produce así, además de la DEDUCCIÓN TRAS­CENDENTAL, en la cual elimina el término universal, una ACTUALIZACIÓN ARQUETÍPICA, en el microcosmos de la copia invertida del término universal eliminado. Dejemos de lado, por el momento, el primer efecto, la eliminación del término universal, y prestemos aten­ción a la actualización del Arquetipo invertido.
Si recordamos que la "memoria arquetípica" es análoga en el microcosmos al "plano arquetípico" del macrocosmos podremos comprobar que la actualización de un Arquetipo in­vertido es análoga a la de cualquier Arquetipo universal.
En el plano arquetípico los Arquetipos SON SERES PERFECTOS pero potenciales: LA ACTUALIZACIÓN DE UN ARQUETIPO CONSISTE EN SU MANIFESTACIÓN EN UN "PLANO DE REALIZACIÓN". Cuando este plano es, por ejemplo, LA MATERIA, la manifestación produce entes materiales que PARTICIPAN en mayor o menor grado de la per­fección arquetípica. En Oriente se dice que la manifestación de los Arquetipos en el plano ma­terial se efectúa por impulso del Aliento del Demiurgo, es decir, por un Soplo Cósmico, un pneuma universal. Pero este Soplo no es una mera expulsión rítmica puesto que posee DIRECCIÓN, puesto que esta "dirigida" al plano de realización: la DIRECCIÓN que determina al impulso plasmador de los Arquetipos universales a dirigirse al plano material, y no a cual­quier otro mundo, es la INTENCIÓN del Demiurgo. Esa intención es la que impulsa a los en­tes a evolucionar hacia la entelequia de los Arquetipos; y, como "Aliento" es sinónimo de "voluntad", se dice que la INTENCIÓN es la dirección de la voluntad del Demiurgo.
La entelequia es la finalidad a la que tienden los procesos fenoménicos que constituyen la realidad de los entes. Pero en todo ente hay, según hemos visto, dos finalidades: una univer­sal y otra particular. Ello se debe a la existencia, en todo ente, de una doble intención demiúr­gica: una primera intención plasma e impulsa el ente hacia la entelequia del Arquetipo del cual participa: es la "finalidad"; una segunda intención DESIGNA al ente un ser-para-el-hombre: es la "suprafinalidad". Por lo tanto EL ENTE ES EL ACTO DEL ARQUETIPO UNIVERSAL PERO UN ACTO ESENCIALMENTE INTENCIONADO, PRODUCIDO POR UN DI­RECCIONAMIENTO DE LA VOLUNTAD DEL DEMIURGO.
Consideremos ahora a la memoria arquetípica o cerebro del pasú, la cual es reflejo, copia invertida, del plano arquetípico. La razón es una función de la memoria arquetípica; pero la razón es algo que se mueve, que establece relaciones ¿cuál es la fuerza que impulsa a la ra­zón del pasú? Respuesta: la voluntad instintiva. La razón se DIRIGE hacia el Arquetipo in­vertido, de un ente dado a los sentidos, movida por la voluntad instintiva. Esto significa que la referencia establecida entre el Arquetipo invertido y el ente, a los efectos de la comparación, NO ES PASIVA SINO ACTIVA, no es estática sino dinámica, es decir, es INTENCIONAL. Naturalmente que una referencia semejante nada tiene que ver con la conciencia puesto que ésta es un sujeto histórico que aún no existía en el pasú. En todo caso tal referencia intencional era, y es, subconsciente.
El carácter intencional con que la razón se refiere al Arquetipo localizado es lo que pro­duce su actualización y, con ello, el crecimiento de la estructura cultural. Pero la actualización de un Arquetipo debe efectuarse en un "plano de realización" ¿cuál es, en el microcosmos, este plano en el cual los Arquetipos invertidos se manifiestan? Respuesta: la psique o "alma" del pasú; concretamente: en la profundidad de las esferas afectiva y racional. Esta respuesta coin­cide con la que habíamos dado anteriormente a la pregunta ""por el ESPACIO en el cual se construye la estructura cultural" pues dijimos entonces que esta era "un substrato de las esferas afectiva y racional". Ahora podemos completar el concepto diciendo que el espacio que ocupa una estructura cultural es el plano de realización de los Arquetipos de la memoria arquetípica; esto es: las esferas energéticas de la psique.
Aún no explicamos CÓMO se construye la estructura cultural sino DÓNDE ésta tiene lugar. Podremos comenzar esa explicación luego de exponer un concepto fundamental que, por su importancia, no debe ser olvidado en ninguno de los análisis posteriores.
Se trata de lo siguiente: TODO FENÓMENO PSÍQUICO ES DE CARÁCTER SÉ­MI­CO. Sin entrar en el problema de la CONTINUIDAD que la psique del pasú ha de mante­ner, en tanto que esfera energética, es indudable que toda psique es depósito de un contenido multifenoménico: el enunciado anterior afirma que LA DIVERSIDAD INMANENTE DE LO PSÍQUICO ES SÉMICA. Conforme a esto los contenidos psíquicos son simbólicos; pero no hay que confundirse: el símbolo no es un mero agregado al contenido psíquico, una propiedad de éste, sino el contenido mismo, SU ESENCIA. De este modo LO SÉMICO ES LA ESEN­CIA DE LO PSÍQUICO y, por eso, todo hecho que posea una terminación psíquica se mani­fiesta sémica o polisémicamente.
Estudiaremos ahora como se construye la estructura cultural. Ya adelantamos que el origen de la misma radicaba en la "actualización" que la referencia racional producía en el Ar­quetipo invertido como segundo efecto de la comparación. La actualización de un Arquetipo invertido, análogamente a la de un Arquetipo universal del macrocosmos, se manifiesta en un "plano de realización": la psique. Mas, por lo visto recientemente, tal manifestación HA DE SER SÉMICA.
El Arquetipo invertido actualizado, efectivamente, se manifiesta como SÍMBOLO en la esfera psíquica, el cual constituye un miembro de la estructura cultural ¿cuál miembro? : El que corresponde al "nudo" y al que vamos a denominar "PRINCIPIO" o "SÍMBOLO SIMPLE". En otros términos: cuando la razón localiza a un Arquetipo, EN la memoria arquetípica, la in­tencionalidad referencial lo impulsa a manifestarse en la psique adonde se estructura como PRINCIPIO o SÍMBOLO SIMPLE.
Consideremos ahora la primera operación de la razón, completa en sus dos efectos. Al comparar al ente con la memoria arquetípica se produce la confrontación del Arquetipo univer­sal del ente con su copia invertida, es decir, se oponen dos contrarios; de esta operación resulta como primer efecto la eliminación, o negación, del Arquetipo universal del ente y, con ello, el descubrimiento del designio o suprafinalidad; y como segundo efecto: la manifestación, o afir­mación, del Arquetipo invertido en la estructura cultural como Principio, es decir, ocupando el lugar de un "nudo". El primer efecto, según vemos, ha descubierto al ente en su designio; vea­mos que ocurre luego.
En primer lugar hay que calificar al descubrimiento del designio como una TRAS­CENDENCIA del ente externo quien, de ese modo, se sitúa MAS ACÁ de la esfera sensorial. En efecto, mientras el Arquetipo universal jamás puede ser visto fuera del ente, ni en el ente mismo, pues es absolutamente inmanente, el designio del ente esta pronto a ser-para-el-hom­bre, a trascender todas las barreras y revelarse en plenitud. En otras palabras: el designio pasa a ser un OBJETO INTERIOR.
Según dijimos anteriormente "no existe equivalencia en la memoria arquetípica para el designio de los entes" pues, justamente, la finalidad del animal-hombre es descubrir ese de­signio y dar sentido al mundo. Por eso el designio, como objeto interior, es sujeto de la segun­da operación de la razón: RELACIONAR. ¿Qué hace la razón con el designio del ente? Res­puesta: LO INTERPRETA.
Para interpretar el designio la razón BUSCA LOS ARQUETIPOS, de la memoria ar­quetípica, MAS ADECUADOS O CONGRUENTES Y CON ELLOS CONFORMA UN "ESQUEMA" DEL ENTE. Aquí no hay, como en la primera operación, ninguna eliminación de Arquetipos; por el contrario se produce la afirmación de uno o varios de ellos, necesarios para interpretar el designio. Es decir: como efecto de la segunda operación de la razón, que establece relaciones entre el designio del ente y la memoria arquetípica, se produce la actuali­zación de uno o varios Arquetipos. Pero "actualización" es manifestación en la esfera psíquica, en el ámbito de la estructura cultural. He aquí lo que ocurre: EL CONJUNTO DE ARQUETI­POS ACTUALIZADOS, QUE INTERVIENEN EN LA INTERPRETACIÓN DE UN DE­SIGNIO, SE MANIFIESTA EN LA PSIQUE COMO UN "SÍMBOLO COMPLEJO" QUE REPRESENTA AL ESQUEMA DEL ENTE Y SE ESTRUCTURA EN EL LUGAR DE LOS "ENLACES"; TALES ENLACES SE DENOMINAN: "RELACIONES".
Una estructura se construye con enlaces entre nudos; la estructura cultural es construida por la razón con RELACIONES ENTRE PRINCIPIOS. La estructura cultural es, así, una or­ganización psíquica, de substancia energética y de esencia sémica, cuyos miembros son símbo­los complejos que relacionan o enlazan a símbolos simples o Principios (arquetípicos).
Pero hasta ahora sólo hemos visto como se construye UN nudo y Un enlace. Nos falta saber como CRECE la estructura cultural y que relación guarda con la estructura psíquica total del pasú para, a partir de allí, comprender su funcionamiento. Este será el objeto del próximo articulo, luego que digamos dos palabras sobre la segunda operación de la razón.
La segunda operación, que anteriormente calificamos de INDUCCIÓN INMANENTE, consiste, según vimos ahora, en INTERPRETAR el designio del ente mediante relaciones entre Arquetipos de la memoria arquetípica. Esta operación, "INTERPRETAR", supone, bien que se mire, la existencia de un CRITERIO. Pero tal "criterio" no es producto de la "decisión" del pasú sino que, por el contrario, toda decisión es a posteriori del mismo y esta condicionada por el. Es así porque se trata de un CRITERIO PATRÓN. La razón opera impulsada por la volun­tad instintiva, es decir, sujeta a patrones de conducta, y la segunda operación se ajusta a un patrón que es una forma pura de criterio. Pero este "criterio racional", que interviene a priori del entendimiento, es manifiestamente hereditario pues constituye una forma o modo de la razón, es decir, de una función de la memoria arquetípica o cerebro, el cual es "dado" porque es heredado. Con esto queremos destacar que la interpretación del designio ha de variar de un pasú a otro según el grado de precisión que el criterio racional hereditario le permita alcanzar a cada uno.


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