martes, 25 de febrero de 2020

D - Expresión energética del pensamiento del pasú.

D - Expresión energética del pensamiento del pasú.
Las referencias potenciales que existen en las Relaciones introducen en el pensamiento una "dirección", o "intención temporal", que lo dirige hacia la esfera de conciencia: estos pen­samientos, "conscientes" en mayor o menor grado, son los responsables del cambio progresivo que manifiesta el esquema de sí mismo. Pero el cambio, el "movimiento", ocurre en la energía psíquica y su causa está en la potencia activa, en sus referencias al esquema de sí mismo. En Física se ha definido también una relación causal entre la potencia y la energía que será con­veniente tener en cuenta por su valor analógico.
Una forma de energía, el TRABAJO mecánico, se relaciona con la potencia EN FUNCIÓN DEL TIEMPO en que dicho trabajo se desarrolla:

Potencia (W) .Tiempo (T) = Trabajo (A)

    (1)

Tenemos aquí, aunque con diferencias de significado, tres conceptos que intervienen en la estructura psíquica: potencia, tiempo y energía (trabajo). Volveremos sobre esta fórmula.
Por otro lado, el trabajo mecánico se define como el producto de una FUERZA por la DISTANCIA que se ha desplazado a su punto de apoyo:

Trabajo (A) = Fuerza (F). Distancia (D)

    (2)

Sustituyendo en (1) el valor dado al trabajo por (2)


o bien


pero como  es decir el cociente de la distancia y el tiempo es la VELOCIDAD:
    (3)

La potencia es, según (3), una función de la fuerza y la velocidad
Una analogía con esta relación suelen emplear quienes dan preeminencia a las "ideas" por sobre las configuraciones estructurales de la psique: surgen así los conceptos de IDEA FUERZA o VELOCIDAD DE LAS IDEAS. Por el contrario, al establecer correspondencias analógicas entre la psique del pasú y el modelo estructural, nosotros nos ajustaremos a las dimensiones de la formula (1), vale decir, a la potencia, al tiempo y a la energía.
Vamos a definir, entonces, una función cuyo dominio es LA PRODUCCIÓN DE PEN­SAMIENTOS EN LA ESTRUCTURA CULTURAL DEL PASÚ y a la que denominamos "EXPRESIÓN ENERGÉTICA DEL PENSAMIENTO DEL PASÚ":

Potencia (W). Tiempo trascendente (Tt) = Energía psíquica (Ep)

    (4)

Hay que insistir en que esta fórmula sólo tiene la finalidad inductiva de facilitar la ex­plicación. Si suspendemos por un momento los prejuicios cientificistas y nos atenemos a la conclusión anterior que dice: "el concepto de energía significa la esfera de conciencia", no nos resultará tan extraña la función (4).
Antes de utilizar la "expresión energética", para explicar la producción de pensamientos conscientes, debemos tener en claro cuales son sus implicancias. Es lo que destacaremos en tres comentarios:
Primero - La energía del pensamiento racional depende, según (4), de la potencia activa (W) y del tiempo trascendente (Tt). Este tiempo (Tt) es el que mide la DURACIÓN del pen­samiento sobre la Relación y será definida mas adelante.
Segundo - A mayor potencia activa (W) en la Relación mayor energía. (Ep) en el pen­samiento.
Tercero - A mayor tiempo (Tt) de duración de la actividad potencial mayor energía. (Ep) en el pensamiento.,
De estos comentarios a la función (4) se desprende, tal como cabía esperarse de una ex­presión analógica, que la "potencia activa" y el "tiempo trascendente" son CAUSA de la ener­gía psíquica. Vamos a definir ambos conceptos:
Una Relación se define en base a tres dimensiones: extensión, comprensión y potencia. Pero una Relación es en realidad el esquema sémico de un ente, es decir, un símbolo complejo una subestructura de elementos sémicos: la potencia es lo que permite a los símbolos SUB­SISTIR como tales y permanecer estructurados. Mas no debe creerse con esto que la potencia es un mero "contenido" de los símbolos: ella es el principio que hace posible la MANIFESTACIÓN de los símbolos en el pensamiento. Cuando el pasú ya posee sujeto histórico y, en consecuencia, esquema de si mismo, la manifestación de los símbolos se efectúa con referencia a la esfera de conciencia, es decir, intencionados, dirigidos hacia ella. El plano de significa­ción, y con ello el contexto del significado, se tornan, entonces, horizontales para el pensa­miento. Recordemos que el pasú, en el estado evolutivo que lo estamos considerando, YA PO­SEE, AUNQUE INCIPIENTE, UN SUJETO HISTÓRICO Y UN, ESQUEMA DE SÍ MISMO.
Podemos afirmar, pues, que: LA POTENCIA ES EL SUBSTRATO FUNDAMENTAL DE TODO SÍMBOLO PSÍQUICO DE LA ESTRUCTURA CULTURAL: POR ELLA LOS SÍMBOLOS "SUBSISTEN" Y SE "MANIFIESTAN" EN EL PENSAR. PERO LOS "PRINCIPIOS", QUE SON SÍMBOLOS SIMPLES, SÓLO SUBSISTEN: NO SE MANI­FIESTAN JAMÁS AL PENSAMIENTO (aunque pueden ser conocidos por un reflejo o copia en una Relación conexa, según ya se explicó); POR ESO SE DICE QUE SU POTENCIA ES "PASIVA". LAS "RELACIONES", POR EL CONTRARIO, SUBSISTEN Y SE MANI­FIESTAN: SU POTENCIA ES "ACTIVA".
El pensamiento "consciente", que hace "crecer" al esquema de sí mismo, depende de las manifestaciones de los símbolos de la Relación que mienta, es decir, depende de la potencia activa: a ella nos referiremos de aquí en adelante, aún cuando digamos simplemente: "potencia".
En resumen: LOS SÍMBOLOS, DEL ESQUEMA O RELACIÓN, SUBSISTEN SOS­TENIDOS POR EL SUBSTRATO DE SU POTENCIA; SI UN PENSAMIENTO MIENTA LA RELACIÓN, LOS SÍMBOLOS SE MANIFIESTAN CON UNA DETERMINADA ENERGÍA: TAL "ACTIVIDAD" ES TAMBIÉN PRODUCTO DE LA POTENCIA. En un próximo artículo estudiaremos la "manifestación" de los símbolos en el pensamiento: ahora nos ocuparemos de su "subsistencia", para exponer la definición pendiente del "tiempo tras­cendente".
En el inciso "Esquema del Universo de El Uno" se mencionó la triple composición del Demiurgo: Poder, Belleza y Sabiduría, y se explicó que "el Poder lo ejerce el Aliento o tras­cendente fluir de su Conciencia-Tiempo". Encontramos así, en la esencia del MACROCOS­MOS, la POTENCIA (o Poder) y el TIEMPO (Conciencia Cósmica o Aliento) UNIDOS COMO CAUSAS DE LA EXISTENCIA DE LOS ENTES, de manera análoga a la "expresión energética del pensamiento" (4). Aunque la fluencia del Aliento es el Tiempo INMANENTE del macrocosmos aquí lo denominaremos TRASCENDENTE atendiendo a su intima penetra­ción en la estructura cultural del microcosmos o pasú.
En el tiempo trascendente, o tiempo del macrocosmos, se desarrollan los tiempos ente­lequiales de los Arquetipos universales: los entes conocidos son "momentos" de tales procesos, "detenciones" efectuadas por la razón para descubrir el designio demiúrgico, el ser-para-el-hombre. Los entes cambian constantemente, por efecto de sus evoluciones, pero PERMANE­CEN siendo entes en su devenir, es decir, subsisten como entes en el tiempo trascendente. Para que los incontables procesos evolutivos, que se desarrollan en el macrocosmos, CONVERJAN HACIA LA FINALIDAD, es decir, NO DIVERJAN DE LA MACROENTELEQUIA "PRALAYA", los entes se estructuran en un organismo cósmico cuyas funciones apuntan teleo­lógicamente hacia la finalidad. Por lo tanto ese "permanecer en el cambio", que caracteriza el proceso de los entes, no se realiza aisladamente en el seno de los entes sino que, contrariamen­te, TODOS LOS ENTES SE HALLAN ENLAZADOS ENTRE SI.
¿En qué consiste el enlace, la relación, entre entes que cambian sin cesar? Respuesta: EN LA RAZÓN ENTRE MOVIMIENTOS, QUE DETERMINA LA SIMULTÁNEA PER­MANENCIA DE LOS ENTES EN EL TIEMPO TRASCENDENTE. Algunos aspectos de esta razón son los que suele descubrir la ciencia empírica, y traducir imperfectamente en len­guaje matemático, como leyes o relaciones cualitativas entre magnitudes características de los fenómenos.
El supuesto fundamental para que una razón teleológica enlace a todos los entes por "permanecer en el cambio" es que exista alguna especie de SINCRONIZACIÓN entre todos sus procesos. En otras palabras: los movimientos, en que consiste el devenir de los entes, pueden ser de muchas clases: uniformes o variables, continuos o discretos, lineales o secuen­ciales; oscilatorios, rítmicos, cíclicos, etc.; pero, CUALQUIERA SEA LA CLASE DE MO­VIMIENTO QUE CARACTERIZA EL PROCESO DE LOS ENTES, la razón teleológica que los enlaza determina que en cada momento absoluto del tiempo trascendente exista coinciden­cia de momentos relativos de los movimientos de los entes; o sea: existe una especie de sin­cronización de movimientos que se verifica en cada momento del tiempo trascendente por la simultánea permanencia (en el cambio) de los entes.
Ahora bien, el cuerpo material del pasú es un ENTE ENTRE LOS ENTES y, como tal, permanece en el tiempo trascendente. En consecuencia, los movimientos que componen su proceso entelequial, deben estar sincronizados con los restantes movimientos del macrocos­mos. Naturalmente, algunos "movimientos" en las funciones orgánicas tales como los ritmos cardiaco y respiratorio, los ciclos septenarios del crecimiento, la extensión del espectro senso­rial, las ondas cerebrales, etc., presentan una "razón" más visible con respecto a movimientos proporcionales del sistema solar; pero, en rigor de la verdad, TODOS los movimientos orgáni­cos, desde los atómicos hasta los psíquicos, ocurren en coincidencia con otros movimientos del macrocosmos: LOS RELOJES ATÓMICOS, BIOLÓGICOS Y PSICOFISIOLÓGICOS DEL PASÚ ESTÁN SINCRONIZADOS CON LOS RELOJES CÓSMICOS QUE REGULAN LOS MOVIMIENTOS DE LOS ENTES SEGÚN "PATRONES UNIVERSALES DE  RAZÓN".
Al referirnos al cuerpo material del pasú, en el inciso "Memoria arquetípica y razón", afirmamos que el mismo constituye un "minor mundus", un microcosmos que refleja al "maior mundus" o macrocosmos. Veremos ahora como debe entenderse esta afirmación. En primer lugar hay que advertir que "microcosmos" designa a la finalidad del pasú, vale decir, a una entelequia que debe ser alcanzada, y no a una realidad presente. En segundo lugar observemos que un "microcosmos" ACTUAL, un reflejo absoluto del macrocosmos o entelequia real, HA DE SER POR NECESIDAD UN ENTE AUTÓNOMO, COMO LO ES A SU MODO EL DEMIURGO. Pero acabamos de ver que el cuerpo del pasú se encuentra sincronizado en todos sus movimientos con relojes patrón del macrocosmos y, por consiguiente, ENLAZADO A LOS DEMÁS ENTES, ESTRUCTURADO A ELLOS. El cuerpo del pasú NO ES, en efecto, UN ENTE AUTÓNOMO. He aquí la aparente paradoja: un "microcosmos" debe ser un ente autónomo; el cuerpo del pasú, al que denominamos "microcosmos", no es un ente autó­nomo.
¿Qué es entonces, el pasú; que es su cuerpo? Respuesta: EL CUERPO DEL PASÚ ES UN MICROCOSMOS "POTENCIAL"; SERÁ UN MICROCOSMOS "ACTUAL" CUANDO SE TRANSFORME EN UN ENTE AUTÓNOMO, ES DECIR, CUANDO SE INDEPENDICE DE SU SINCRONIZACIÓN CON LOS PROCESOS DE LOS RESTANTES ENTES DEL MACROCOSMOS.
Es evidente que, a medida que el pasú progresa hacia la entelequia, ha de ir transformándose cada vez mas en un "ente autónomo" pues tal condición está impuesta por la finalidad; pero ¿en virtud de qué proceso interno se obtiene la autonomía microcósmica? La respuesta ya fue adelantada en el articulo 'A': EL PASÚ SE VA TRANSFORMANDO EN ENTE AUTÓNOMO A MEDIDA QUE CUMPLE EL "OBJETIVO MICROCÓSMICO DE LA FINALIDAD": CONSTRUIR UN ESQUEMA DE SI MISMO O ESFERA DE CON­CIENCIA DE TAL PERFECCIÓN QUE, AL SER REFLEXIONADA POR EL SUJETO CONSCIENTE, RACIONALICE COMPLETAMENTE AL MICROCOSMOS. LA CON­CIENCIA, ANÁLOGAMENTE AL ASPECTO "PODER" DEL DEMIURGO, HA DE PO­DER APLICARSE, COMPENETRARSE, DIFUNDIRSE, ETC., EN EL MICROCOSMOS Y SINCRONIZAR SUS MOVIMIENTOS INTERNOS CON SUS PROPIOS RELOJES PATRÓN, O SEA, HA DE PODER DESINCRONIZARLO DEL MACROCOSMOS EVITAN­DO PARTICIPAR DEL TIEMPO TRASCENDENTE, HA DE SUSTRAERLO DE SU PERMANENCIA EN EL.
Como se verá en el próximo artículo, para que ello ocurra la esfera de conciencia ha de presentar la dimensión de un "tiempo propio del microcosmos", es decir, de un "tiempo inma­nente".
En el inciso anterior, articulo 'H', explicamos que el continuo movimiento corporal del pasú, cuando no obedece a la expresión concreta de un concepto, PONE UN "SENTIDO GE­NERAL" EN EL MUNDO, al que se denomina: ARMONÍA. El mero hecho de ESTAR en el mundo hacen del pasú un postor de "sentido armónico" y por eso la armonía se define como "una relación entre los movimientos del microcosmos y del macrocosmos". Es conveniente vincu­lar el concepto de "armonía" con el de "autonomía microcósmica", que acabamos de definir, para mejorar la comprensión global de la Sabiduría Hiperbórea. La armonía, en efecto, DE­PENDE DE LA AUTONOMÍA MICROCÓSMICA: a mayor autonomía mayor armonía, vale decir, mayor "sentido general" puesto por el continuo movimiento corporal. En consecuencia: LA PRODUCCIÓN DE ARMONÍA ESTÁ OPUESTA A LA SINCRONIZACIÓN DE MOVIMIENTOS ENTRE MICRO Y MACROCOSMOS. En otras palabras: A MAYOR SINCRONIZACIÓN MENOR ARMONÍA. En el extremo desfavorable, una sincronización TOTAL Y ABSOLUTA de movimientos implica la no existencia de la entidad microcósmica: el cuerpo del pasú seria, en ese caso, PURA ENTIDAD ANIMAL.
Queda claro, pues, que el pasú es un microcosmos potencial, cuyos movimientos inter­nos se encuentran SINCRONIZADOS EN ALGÚN GRADO con los movimientos externos del macrocosmos. Pero, aunque el microcosmos potencial se despliega constantemente y tiende hacia su entelequia, HAY ALGO EN EL QUE PERMANECE INVARIABLE: SU PRE­SENCIA ORGÁNICA, QUE REPRODUCE A LA ESTRUCTURA DEL MACROCOSMOS. Lo orgánico, lo estructural, del microcosmos permanece en el tiempo trascendente a menos que se independice alcanzando la autonomía óntica. Por eso, ahora se ve claramente, afirmábamos mas atrás que los sistemas de la estructura cultural se "manifiestan" en el pensamiento y SUBSISTEN EN EL TIEMPO TRASCENDENTE.
Resumiendo, en el pasú, microcosmos potencial, la subsistencia DE los sistemas, Prin­cipios y Relaciones, ocurre en el "tiempo trascendente", del cual el microcosmos PARTICIPA. Y, lo que subsiste EN los sistemas, es el substrato esencial de los símbolos, vale decir, la "potencia". Con estos enunciados sintéticos completamos las definiciones de los dos términos causales que aparecen en la "expresión energética del pensamiento" (4): potencia y tiempo trascendente. En el siguiente articulo pondremos en claro el concepto de "sujeto individual" del microcosmos, que ostenta el "alma" del pasú, para retomar luego el estudio de la "expresión energética del pensamiento.




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