domingo, 23 de febrero de 2020

V - Advertencia y saludo final.

V - Advertencia y saludo final.

Los Elegidos tienen que saber de entrada que este material es CONFIDENCIAL. La Orden ha confiado en ellos al proporcionárselo y ellos deben demostrar su lealtad siendo prudentes en su manejo: de ese modo no solo protegen a la Orden sino que se protegen a sí mismos. No hay que insistir, y no es ninguna concesión admitirlo, que el Enemigo de la Sabiduría Hiperbórea es terrible y despiadado y que no consiente ni tolera la misión de la Orden. Respetar la ley del secreto es parte de la prueba y la Orden posee los medios para saber quién comete infidencia o traiciona: NADIE PARA QUIEN EL HONOR NO IMPLIQUE SU LEALTAD PODRA INGRESAR EN UNA ORDEN DE INICIADOS PARA QUIENES SU HONOR ES EL VALOR. Como quedará en claro al leer los “Fundamentos”, el Iniciado Hiperbóreo, el virya despierto, es aquél que ha recordado que existe una guerra metafísica y que su bando es el de Kristos Lucifer: en esa guerra, que ya lleva millones de años ambos bandos se combaten sin tregua ni perdón; los Iniciados Hiperbóreos deben ser implacables porque el Enemigo es implacable. Y en medio de tan feroz contienda, el hombre común, el Elegido acaso, carece de valor para ambos bandos porque desconoce las Estrategias en juego y no cumple ninguna función táctica. Pero la situación cambiará bruscamente para el Elegido desde el mismo momento que reciba este material: desde entonces, la guerra que siempre ignoró se hará patente y poderosas fuerzas psíquicas actuarán para inducirlo a la defección o a cometer un error irreparable. El Elegido debe comprender que si hasta hoy no actuó conscientemente a favor de ninguno de los bandos, el leer el contenido de este libro no lo vuelve simpático a los ojos del Enemigo; Y QUE LA SITUACION NO CAMBIARÁ PORQUE TRAICIONE A LA ORDEN DIVULGANDO IMPRUDENTEMENTE ESTE MATERIAL En cambio lo que puede ocurrir es que se le cierren las puertas de la Orden y que el Enemigo, luego de haberlo engañado para que profane la Sabiduría Hiperbórea, se ensañe con el y lo destruya sin piedad: es lo que siempre sucede en esos casos. Se entiende, pues, que la advertencia va más para proteger al Elegido que a la Orden, la que, por otra parte, sabe cuidarse por sí sola.
Finalmente, haremos otra advertencia, esta vez sobre el modo como debe ser leída la obra. Los Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea están desarrollados sistemáticamente, de tal forma que los incisos, artículos y comentarios, se encadenan unos a otros con razonamientos y conclusiones precisas: no es posible saltear nada y, por el contrario, el máximo provecho se obtendrá como resultado de un estudio lineal, desde la primera hasta la última página. Luego de tal lectura lineal, que permitirá una visión de conjunto de la Sabiduría Hiperbórea, será posible profundizar sin orden aquellos temas que requieran mayor comprensión.
Es conveniente que los Elegidos se interioricen cuanto antes de los Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea y para ello es necesario que esta carta concluya ahora mismo. Muchos de los interrogantes que aquí se plantearon tendrán su respuesta con el correr de las hojas; sin embargo, el Interrogante de los interrogantes, la pregunta ética fundamental de la Sabiduría Hiperbórea: ¿qué debo hacer para liberar a mi Espíritu de su prisión material?, ha de quedar sin respuesta al menos por el momento. El autor, y los Caballeros Tirodal, desean asegurar a los Elegidos que la Orden ofrece esa respuesta a quienes comprendan y acepten los Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea y quieran sumarse a su misión.
En el Día del Espíritu, y en el Nombre de los Siddhas Leales de Agartha, y de la Orden de Caballeros Tirodal de la República Argentina, reciban los Elegidos el saludo de

Nimrod de Rosario
Agosto de 1985


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