lunes, 24 de febrero de 2020

I - Finalidad y Suprafinalidad; lenguaje y expresión.

I - Finalidad y Suprafinalidad; lenguaje y expresión.

Al comienzo del artículo anterior se plantearon cuatro interrogantes, dos de los cuales fueron dilucidados para responder que es un lenguaje y cual es el origen de su posible plurali­dad. Quedaron, pues, dos preguntas pendientes: ¿cómo se expresa "afuera" el significado del ente? y ¿qué es un hecho cultural? Pero antes de responder a la primera, vamos a plantear nuevamente los términos del problema.
Según vimos, la finalidad del pasú es "dar sentido al mundo". Para cumplir tal finalidad no basta con otorgar "sentido" a los entes mediante alguna forma de expresión: es necesario también que dicho "sentido" perdure y sea reafirmado una y otra vez, tras una búsqueda y des­cubrimiento perpetuo del designio, de una verdad que nunca acaba de revelarse completamente a la razón. Esa búsqueda, ese descubrimiento, esa reafirmación, agradan al Demiurgo, forman parte del objeto de su placer. Se requiere, pues, una "superestructura" externa que sostenga el "sentido" otorgado a los entes. Construir tal superestructura es una tarea colectiva y los lengua­jes son la herramienta con que está dotado el pasú para emprenderla. En otro inciso se estudia­rá la constitución y el desarrollo de las superestructuras, mas, por ahora, baste saber que la "forma" determinada por una superestructura se denomina "cultura".
La finalidad requiere, en efecto, que el pasú sea colectivamente "productor de cultura" y particularmente "postor de sentido": para ello se ha de valer del lenguaje y de los lenguajes. La respuesta a la primera pregunta nos va a aclarar de qué manera se cumplen estos requisitos.

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